Tomahawk Steak: Cocción Perfecta en Horno y Parrilla
La Tomahawk steak, con su hueso largo y su carne marmolada, es un corte de res que impone respeto y admiración. Pero, ¿cómo lograr una cocción perfecta, con una costra crujiente y un interior tierno y jugoso? El secreto está en una combinación de cocción lenta en el horno y sellado final en la parrilla. Este método, que implica cocinar el bistec en el horno a baja temperatura durante varias horas antes de terminarlo en la parrilla, permite obtener un resultado extraordinario: una carne suave como la mantequilla, con una perfecta reacción de Maillard en el exterior, que aporta un sabor y un aroma incomparables.
En esta guía, exploraremos paso a paso la técnica de cocción en horno y parrilla para la Tomahawk steak, revelando los secretos para obtener un resultado digno de un verdadero maestro del barbecue.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Mediano
- Tiempo de reposo: 4 Horas 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 2
- Métodos de Cocción: Barbacoa a gas, Cocción lenta, Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Nochevieja, Todas las estaciones
- Energía 1.130,80 (Kcal)
- Carbohidratos 0,00 (g) de los cuales azúcares 0,00 (g)
- Proteínas 77,88 (g)
- Grasa 89,54 (g) de los cuales saturados 38,94 (g)de los cuales insaturados 0,00 (g)
- Fibras 0,00 (g)
- Sodio 596,27 (mg)
Valores indicativos para una ración de 440 g procesada de forma automatizada a partir de la información nutricional disponible en las bases de datos CREA* y FoodData Central**. No se trata de consejos alimentarios y/o nutricionales.
* CREATES Centro de Investigación sobre Alimentación y Nutrición: https://www.crea.gov.it/alimenti-e-nutrizione https://www.alimentinutrizione.it ** Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio de Investigación Agrícola. FoodData Central, 2019. https://fdc.nal.usda.gov
Ingredientes
- 1.7 kg Tomahawk
- 1 pizca sal de Maldon
Herramientas
- 1 Sartén de hierro
- 1 Horno
Pasos
Antes de comenzar la cocción de tu Tomahawk, es fundamental dedicar tiempo a la preparación de la carne. El primer paso es secar cuidadosamente el bistec utilizando papel absorbente. Este paso es crucial porque el exceso de humedad en la superficie de la carne impide la correcta formación de la costra durante la cocción, ya sea en sartén, en la parrilla o en el horno. Una superficie seca, por el contrario, favorece la reacción de Maillard, responsable del color marrón dorado y del sabor intenso que caracterizan un bistec cocido a la perfección. Una vez seco, es importante dejar el Tomahawk a temperatura ambiente durante aproximadamente una hora antes de comenzar la cocción. Este consejo permite que la carne alcance una temperatura uniforme, evitando un choque térmico cuando se exponga al calor del horno. De este modo, el bistec se cocinará de forma más homogénea, resultando tierno y jugoso en su interior y perfectamente cocido en el exterior. Aunque en este caso cocinaremos el Tomahawk en el horno a baja temperatura (50 grados), el reposo a temperatura ambiente sigue siendo fundamental. Esto se debe a que, a pesar de la cocción lenta, las fibras musculares de la carne aún experimentan tensiones. Al dejar reposar el bistec antes de cocinarlo, permitimos que estas fibras se relajen, garantizando una cocción más uniforme y un resultado final más tierno y jugoso.
Ahora que nuestro Tomahawk se ha aclimatado a temperatura ambiente, podemos proceder con la cocción lenta en el horno. Ajusta el horno a 45°C, una temperatura constante y suave que garantizará una cocción uniforme y preservará mejor los jugos de la carne, para una textura final increíblemente tierna. Coloca el Tomahawk en una bandeja con rejilla, esto permitirá que el aire caliente circule libremente alrededor de la carne, y hornea colocando la rejilla en el centro del horno. El tiempo de permanencia en el horno es de aproximadamente 4 horas, pero puede variar dependiendo del grosor de la carne: este lapso de tiempo, en un horno con temperatura estable a 45°C, permite que el corazón del bistec alcance la temperatura de 45°C, el punto ideal para proceder a la siguiente fase de cocción. Durante la cocción, para favorecer una cocción uniforme y mantener la superficie de la carne seca, es aconsejable dar vuelta al Tomahawk a mitad de cocción (después de aproximadamente 2 horas) y secarlo suavemente con papel absorbente cada hora. Este consejo permitirá obtener una costra aún más crujiente y sabrosa en la fase final de cocción.
Ajusta el horno a 45°C. Esta temperatura, mantenida constante y suave, es clave para una cocción uniforme y para preservar mejor los jugos de la carne, garantizando una textura final increíblemente tierna. Coloca el Tomahawk en una bandeja con rejilla (esto permitirá que el aire caliente circule libremente alrededor de la carne) y hornea. Coloca la rejilla en el centro del horno. El tiempo de permanencia en el horno es de aproximadamente 4 horas (depende del grosor de la carne). Este lapso de tiempo, en un horno con temperatura estable a 45°C, permite que el corazón del bistec alcance la temperatura de 45°C, el punto ideal para proceder a la siguiente fase de cocción. Es fundamental monitorear la temperatura interna de la carne con un termómetro para asegurarse de alcanzar la temperatura objetivo.
¡Ha llegado el momento de darle a nuestro Tomahawk la costra que merece! Calienta la parrilla o el barbecue a fuego alto: queremos una superficie ardiente que inicie la reacción de Maillard, responsable del color y el aroma inconfundible de la carne a la parrilla. Antes de proceder, sellamos la carne. Envuelve el hueso con papel de aluminio para protegerlo del calor y facilitar su agarre. Sosteniendo el hueso, coloca el bistec de lado en la parrilla ardiente y «sella» todos los lados, incluidos los bordes, creando una barrera que impedirá que los jugos se escapen. Ahora coloca el Tomahawk en la parrilla y cocina durante unos minutos por cada lado, el tiempo necesario para obtener una buena costra dorada. Recuerda que el corazón de la carne ya ha alcanzado los 45°C en el horno, ¡así que no te pases! El objetivo es la costra y añadir algunos grados al corazón, según la cocción deseada. Para una cocción «blue» bastarán unos pocos minutos por lado. Para una cocción media o bien cocida, prolonga ligeramente los tiempos, pero monitorea la temperatura interna. Con este paso final, tu Tomahawk estará listo: tierno y jugoso en el interior, crujiente y sabroso en el exterior. ¡Una verdadera obra maestra!
Después de haber alcanzado la costra perfecta, resistir la tentación de cortar inmediatamente el Tomahawk es fundamental. De hecho, este es el momento de armarse de paciencia y concederle a la carne el descanso adecuado. Durante la cocción, los jugos dentro del bistec se han movido hacia el centro. Si lo cortas de inmediato, estos preciosos jugos se escaparían, haciendo que la carne sea dura y seca, echando a perder todo el tiempo y cuidado dedicados a la preparación. Para evitar este inconveniente desagradable, deja reposar el Tomahawk durante al menos 20 minutos, envuelto en un papel de aluminio para mantenerlo caliente. Este tiempo permitirá que los jugos se redistribuyan uniformemente dentro de la carne, garantizando una textura tierna y jugosa en cada bocado. Antes de servir, puedes calentar brevemente el Tomahawk en la parrilla o en el horno para devolverlo a la temperatura ideal.
Antes de servir, calienta brevemente el Tomahawk en la parrilla o en el horno para devolverlo a la temperatura ideal. Al momento de cortarlo, recuerda hacerlo en contra de la fibra para obtener rebanadas más tiernas y fáciles de masticar. ¡Disfruta de esta obra maestra de sabor! Una pizca de sal en escamas, tal vez ahumada o aromatizada con hierbas, realzará el sabor de la carne. Acompaña el Tomahawk con el acompañamiento que más prefieras: patatas al horno, verduras a la parrilla o una ensalada fresca son solo algunas ideas. Y para un toque gourmet, intenta añadir una nuez de mantequilla aromatizada con hierbas o una salsa de mostaza. ¡Buen provecho!
Aquí tienes algunos consejos para la conservación del Tomahawk, tanto crudo como cocido:
Conservación del Tomahawk crudo:
En el frigorífico: Si has comprado el Tomahawk y no planeas cocinarlo de inmediato, consérvalo en el frigorífico, envuelto en el papel del carnicero y luego en un recipiente hermético o en una bolsa de alimentos, para evitar que se seque o absorba olores. Puedes conservarlo en el frigorífico durante 2-4 días.
En el congelador: Para una conservación más larga, puedes congelar el Tomahawk. Envuélvelo bien en film transparente, luego en papel de aluminio y finalmente en una bolsa para congelar, eliminando la mayor cantidad de aire posible. De esta manera, la carne se mantendrá durante 2-3 meses.
Para descongelarlo, transfiérelo del congelador al frigorífico y déjalo descongelar lentamente durante al menos 24 horas.
Conservación del Tomahawk cocido: A temperatura ambiente: El Tomahawk cocido puede conservarse a temperatura ambiente durante un máximo de 2 horas. Más allá de este tiempo, las bacterias pueden proliferar y hacer que la carne no sea segura para consumir.
En el frigorífico: Si tienes sobras de Tomahawk cocido, déjalas enfriar completamente y luego consérvalas en el frigorífico en un recipiente hermético. Puedes conservarlas durante 3-4 días.
En el congelador: También puedes congelar el Tomahawk cocido, siguiendo las mismas indicaciones para la carne cruda. En este caso, la carne se mantendrá durante 2-3 meses. Para descongelarla, transfiérela del congelador al frigorífico y déjala descongelar lentamente durante al menos 24 horas.
Consejos adicionales: Compra el Tomahawk de un carnicero de confianza: Asegúrate de que la carne sea fresca y de buena calidad.
Elige un Tomahawk con buena marmoleo: El marmoleo, es decir, la presencia de grasa intramuscular, contribuye a hacer la carne más tierna y sabrosa. No cocines en exceso el Tomahawk: Una cocción excesiva hará que la carne sea dura y seca.
Utiliza un termómetro para carne: Un termómetro para carne te ayudará a obtener la cocción deseada, evitando cocinar demasiado o muy poco el bistec.
Deja reposar la carne después de cocinarla: El reposo permite que los jugos se redistribuyan dentro de la carne, haciéndola más tierna y jugosa.
Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de tu Tomahawk al máximo, ya sea que la cocines de inmediato o que la conserves para una ocasión especial.
Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de tu Tomahawk al máximo, ya sea que la cocines de inmediato o que la conserves para una ocasión especial.
Vino para maridar con el Tomahawk:
El Tomahawk es un corte de carne importante, con un sabor rico y un buen marmoleo. Para valorarlo al máximo, te recomiendo un vino tinto de estructura, con taninos suaves y buena persistencia. Aquí tienes algunas opciones, con diferentes estilos y orígenes:
Italia:
Toscana: Un gran clásico como el Brunello di Montalcino es siempre una excelente elección. Sus taninos elegantes y notas de fruta madura se combinan perfectamente con la carne a la parrilla. Alternativamente, un Chianti Classico Riserva ofrece una excelente estructura y complejidad a un precio más accesible.
Piamonte: Un Barolo con algunos años de envejecimiento ofrece una experiencia sensorial inolvidable. Sus intensos aromas de rosa, especias y regaliz se armonizan con la jugosidad del Tomahawk. También un Barbaresco puede ser una excelente opción, con sus taninos más suaves y notas de fruta roja.
Véneto: El Amarone della Valpolicella es un vino potente y estructurado, con aromas de fruta pasa y especias. Su riqueza y complejidad se combinan perfectamente con la riqueza del Tomahawk.
Sur de Italia: No olvidemos los grandes tintos del Sur. Un Aglianico del Vulture o un Taurasi ofrecen taninos firmes y buena acidez, que equilibran la grasa de la carne.
Francia:
Bordeaux: Un Saint-Émilion o un Pomerol a base de Merlot ofrecen taninos suaves y aromas de frutas negras, perfectos para acompañar el Tomahawk.
Borgoña: Un Pinot Noir de buena estructura, como un Gevrey-Chambertin o un Nuits-Saint-Georges, puede ser un maridaje interesante, con sus aromas terrosos y especiados.
Estados Unidos:
California: Un Cabernet Sauvignon del Valle de Napa, con su estructura potente y notas de frutas negras y vainilla, es una excelente opción para el Tomahawk. Consejos adicionales: La temperatura de servicio del vino es importante: sirve los vinos tintos a una temperatura de alrededor de 18-20°C para apreciar mejor sus aromas.
Si el Tomahawk se acompaña de salsas o guarniciones particulares, tenlo en cuenta al elegir el vino. Por ejemplo, una salsa a base de setas se combina bien con vinos con notas terrosas, mientras que una salsa agridulce requiere un vino con buena acidez.
En definitiva, la elección del vino depende de tus gustos personales. No dudes en experimentar y encontrar el maridaje que más te satisfaga
En definitiva, la elección del vino depende de tus gustos personales. No dudes en experimentar y encontrar el maridaje que más te satisfaga
FAQ (Preguntas y Respuestas)
¿Cuál es la diferencia entre la cocción del Tomahawk y la de un bistec normal?
El Tomahawk, siendo un corte de carne muy grueso, requiere una cocción más lenta y controlada en comparación con un bistec normal. La cocción en dos fases, primero en el horno a baja temperatura y luego en la parrilla, permite obtener una carne cocida uniformemente, tierna y jugosa por dentro y con una costra crujiente por fuera. Además, la presencia del hueso largo requiere especial atención en la gestión de la cocción, para evitar que la carne cerca del hueso quede cruda.
El Tomahawk, siendo un corte de carne muy grueso, requiere una cocción más lenta y controlada en comparación con un bistec normal. La cocción en dos fases, primero en el horno a baja temperatura y luego en la parrilla, permite obtener una carne cocida uniformemente, tierna y jugosa por dentro y con una costra crujiente por fuera. Además, la presencia del hueso largo requiere especial atención en la gestión de la cocción, para evitar que la carne cerca del hueso quede cruda.
¿Puedo cocinar el Tomahawk solo en la parrilla, sin utilizar el horno?
Desaconsejo cocinar el Tomahawk solo en la parrilla, especialmente si se trata de un corte muy grueso. El riesgo es quemar el exterior de la carne antes de que el interior alcance la temperatura deseada. La cocción en horno a baja temperatura permite cocinar la carne de manera uniforme y delicada, preparándola para la siguiente fase de sellado en la parrilla. Si no tienes la posibilidad de utilizar el horno, puedes intentar cocinar el Tomahawk en la parrilla a fuego muy bajo e indirecto, usando una tapa para crear un entorno de cocción similar al del horno. Sin embargo, esta técnica requiere mucha experiencia y atención para evitar quemar la carne.
Desaconsejo cocinar el Tomahawk solo en la parrilla, especialmente si se trata de un corte muy grueso. El riesgo es quemar el exterior de la carne antes de que el interior alcance la temperatura deseada. La cocción en horno a baja temperatura permite cocinar la carne de manera uniforme y delicada, preparándola para la siguiente fase de sellado en la parrilla. Si no tienes la posibilidad de utilizar el horno, puedes intentar cocinar el Tomahawk en la parrilla a fuego muy bajo e indirecto, usando una tapa para crear un entorno de cocción similar al del horno. Sin embargo, esta técnica requiere mucha experiencia y atención para evitar quemar la carne.
¿Cuál es el mejor método para cocinar el Tomahawk: barbacoa a gas, de carbón o en el fogón a gas?
Cada método tiene sus ventajas y desventajas:
Barbacoa a gas: Ofrece un buen control de la temperatura y una cocción rápida. Es práctico y fácil de usar, ideal para quienes buscan una solución rápida y sin demasiados «adornos».
Barbacoa de carbón: Da a la carne un aroma ahumado inconfundible, amado por los puristas de la parrilla. Sin embargo, requiere más experiencia en el manejo del fuego y los tiempos de cocción.
Fogón a gas: Es la solución más práctica si no se dispone de una barbacoa. En este caso, recomiendo encarecidamente utilizar una sartén de hierro fundido. El hierro fundido, gracias a su capacidad de acumular y distribuir uniformemente el calor, permite obtener una costra crujiente y sabrosa, similar a la obtenida en la parrilla.
En definitiva, la elección del método de cocción depende de las preferencias y los equipos de cada uno.
Si se busca la practicidad y la rapidez, la barbacoa a gas o el fogón a gas con sartén de hierro fundido son excelentes soluciones. Si, por el contrario, se desea un sabor más intenso y ahumado, la barbacoa de carbón es la elección ideal.Cada método tiene sus ventajas y desventajas:
Barbacoa a gas: Ofrece un buen control de la temperatura y una cocción rápida. Es práctico y fácil de usar, ideal para quienes buscan una solución rápida y sin demasiados «adornos».
Barbacoa de carbón: Da a la carne un aroma ahumado inconfundible, amado por los puristas de la parrilla. Sin embargo, requiere más experiencia en el manejo del fuego y los tiempos de cocción.
Fogón a gas: Es la solución más práctica si no se dispone de una barbacoa. En este caso, recomiendo encarecidamente utilizar una sartén de hierro fundido. El hierro fundido, gracias a su capacidad de acumular y distribuir uniformemente el calor, permite obtener una costra crujiente y sabrosa, similar a la obtenida en la parrilla.
En definitiva, la elección del método de cocción depende de las preferencias y los equipos de cada uno.
Si se busca la practicidad y la rapidez, la barbacoa a gas o el fogón a gas con sartén de hierro fundido son excelentes soluciones. Si, por el contrario, se desea un sabor más intenso y ahumado, la barbacoa de carbón es la elección ideal.

