¿Alguna vez has probado la Mermelada de fresas a la vainilla? ¿No?? ¡¡¡No sabes lo que te estás perdiendo!!! Es absolutamente asombrosa, y además, ¿qué me dices de la mermelada hecha en casa? Prepárate porque es completamente diferente a la del supermercado.
Premisa obligatoria, me encanta la mermelada sin trozos y bastante fluida, por lo que la trituro, además con poco azúcar y sin espesante. Esto se traduce en una cocción más larga pero vale la pena.
Naturalmente, si lo deseas puedes aumentar el azúcar, añadir una manzana en trozos para que espese antes y si la prefieres con trozos no la tritures 😉
Esta mermelada es excelente para untar en pan o tostadas, perfecta para una tarta donde espesará más sin secarse, o yo la uso a menudo para untar en mis pasteles rellenos entre capa y capa.
¿La preparamos juntos?

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 2 Horas
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera, Verano
Ingredientes
- 1 kg fresas (Peso limpias sin desechos)
- 1 limón (grande o 1 y 1/2, jugo)
- 350 g azúcar
- 1 vaina vainilla
Pasos
Primero, lava bien las fresas en abundante agua, escúrrelas y sécalas con un paño.
Elimina las hojas y posibles partes magulladas, luego córtalas en trozos, viértelas en un bol grande y mezcla con el azúcar, la cáscara del limón y el jugo.
Cubre con film y deja macerar en el frigorífico una o dos horas.* he probado dejarlas macerar más tiempo, queda aún más sabrosa pero producen mucho líquido y aumenta considerablemente el tiempo de cocción.
Después del reposo, vierte las fresas con su líquido en una cacerola grande y ponla a fuego vivo, cuando comiencen a hervir baja el fuego y cocina removiendo de vez en cuando.
Después de aproximadamente una hora desde el hervor, retira la cacerola del fuego, quita las cáscaras de limón y tritura todo con una batidora de inmersión (si no quieres trozos).
Abre la vaina de vainilla a lo largo, saca las semillas con la punta de un cuchillo y añade a las fresas tanto las semillas como la vaina abierta.
Vuelve a poner al fuego y continúa la cocción por aproximadamente otra hora, puede variar ligeramente dependiendo del contenido de agua de las fresas.
Mientras la mermelada se cocina, debes ocuparte de los tarros.
Cuando haces conservas caseras, es fundamental esterilizar tarros y tapas para evitar riesgos para la salud.
Tienes dos alternativas.
1 EN HORNO: coloca los tarros bien limpios en la rejilla del horno a 125 grados por 30 minutos, los últimos 10 minutos inserta también las tapas (es el método más cómodo).
2 HERVIR: hierve los tarros en una olla grande, completamente cubiertos de agua durante 30 minutos. Yo, como hacía mi madre, pongo también un paño para separarlos y evitar roturas.Cuando estés hacia el final de la cocción de la mermelada, haz la prueba del plato como hacían las abuelas.
Vierte una cucharada de mermelada en un plato y deja enfriar, luego inclínalo y si tiene la consistencia correcta (es decir, no se escurre) tu mermelada está lista.
Es el momento de ponerla en los tarros. Elimina la vaina de vainilla y viértela con un cucharón sin llenar hasta el borde, presta atención a los bordes externos que deben estar limpios.
Ciérralo inmediatamente con la tapa y voltea el tarro.
Deja enfriar volteados y cuando estén fríos, verifica que se haya creado el vacío, es decir, el centro de la tapa no debe hacer clic-clac.Con esta cantidad, hice tres tarros de 250 gr. Si te sobra poca mermelada para otro tarro, consérvala en el frigorífico.
Tu mermelada, si está bien conservada, debería durar aproximadamente 1 año, pero muy probablemente se acabará rapidísimo 🤭
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