Tarta fría de fresas con mascarpone y nata perfecta para el día de la madre, sin cocción, fácil de hacer, ideal para el día de la madre o para los días de verano, perfecta también para hacer en porciones individuales.
En esta receta no será necesario añadir más azúcar y, además, no hace falta añadir gelatina.
Bastarán pocos, simples pasos y un buen cuenco de fresas y listo.
Para las galletas mi elección han sido los novellini, porque los encuentro particularmente adecuados en esta receta.
Un pequeño consejo es utilizar nata fría de frigorífico.
Estará bien también la vegetal.
Aquí abajo te dejo, en cambio, alguna idea fácil y rápida para hacer con fresas frescas.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 2 Horas
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 6 personas, fuente de 30cm x 20 cm
- Métodos de Cocción: Sin cocción
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Día de la madre, Primavera, Verano
Ingredientes
- 150 ml leche
- 500 g fresas
- 200 ml nata para montar
- 250 g mascarpone
- c.s. grajeas coloreadas
- 250 g galletas (Novellini)
Herramientas
- 1 Batidora eléctrica
- 1 Cuenco
- 1 Mezclador
- 1 Cuchillo
- 1 Tabla de cortar
- 1 Paño
- 1 Bandeja
Pasos
Para hacer la Tarta fría de fresas con mascarpone y nata, lo primero que tienes que hacer es limpiar bien las fresas después de quitarles el tallo.
Yo las limpio con un paño húmedo pasándolo delicadamente por toda la fresa.
Una vez listas, tritura 150 g de fresas con la leche después de haberlas cortado.
En un cuenco monta a punto de nieve la nata fría de frigorífico.
Después añade el mascarpone y 4 cucharadas de batido de leche y fresas, hasta obtener una mezcla homogénea.
Comienza a montar el postre.
En una fuente, haz una base de galletas reblandecidas en el batido de leche y fresas.
Extiende una capa de crema para cubrir y coloca las fresas cortadas muy finamente para formar otra capa.
Cubre siempre con una capa de crema.
Forma otra capa de galletas empapadas en el batido, otra de crema, otra de fresas y termina con la crema restante.
Decora con las fresas restantes.
Si prefieres, puedes hacer como yo y cortarlas en cubitos en lugar de en rodajas.
Adorna con algunas grajeas coloreadas y deja reposar en la nevera durante al menos 2 horas.
Sirve bien frío.

