Las almendras garrapiñadas son un dulce simple e irresistible, perfecto para quienes aman los sabores crujientes y dulces. Este clásico de la tradición repostera se caracteriza por una fina capa de azúcar caramelizado que envuelve las almendras, regalando una combinación de texturas y aromas que conquista al primer bocado. La preparación de las almendras garrapiñadas es sorprendentemente fácil y requiere solo unos pocos ingredientes esenciales: almendras, azúcar, agua y un toque de canela, que añade una nota cálida y especiada al sabor.
Perfectas para disfrutar como aperitivo o para ofrecer durante las festividades, las almendras garrapiñadas suelen asociarse con los mercadillos de Navidad, donde su dulce y envolvente aroma llena el aire, evocando recuerdos de momentos de convivencia y fiesta. Además de ser un deleite para picar, pueden usarse como decoración para postres o regalarse en elegantes envoltorios, convirtiéndose en un detalle simple pero de gran efecto. A continuación, te dejo las recetas de otros dulces para las fiestas.

Dificultad: Muy fácil
Costo: Económico
Tiempo de reposo: 5 Minutos
Tiempo de preparación: 5 Minutos
Porciones: 4 Personas
Métodos de Cocción: Estufa
Cocina: Italiana

Ingredientes para la receta de almendras garrapiñadas

200 g almendras
200 g azúcar
1 cucharadita canela en polvo
100 g agua

Herramientas para la receta de almendras garrapiñadas

1 Sartén
1 Cucharilla
1 Cuchara de madera
Tarros

Pasos

Para preparar las almendras garrapiñadas, primero transfiere las almendras a una sartén antiadherente,
agrega el azúcar,
una cucharadita de canela,
el agua y
remueve con una cuchara de madera hasta que el azúcar esté completamente disuelto.
Pasados 5 minutos, el jarabe comenzará a hervir, sigue removiendo.
Pasados otros 5 minutos, el azúcar comenzará a cristalizarse, remueve
hasta que vuelva a disolverse y chisporrotee, luego, retírala del fuego,
transfiere las almendras a papel de horno y si algunas están unidas, déjalas enfriar unos minutos y sepáralas con las manos.
Ahora solo queda consumirlas o transferirlas a tarros herméticos y consumirlas cuando sea necesario.