Los Culurgiones Sardos al tomate son un tipo de pasta rellena típica de Cerdeña con una característica forma de espiga, tradicionalmente preparados para ocasiones especiales, pero siempre con un significado positivo, como signo de respeto, amistad o estima.
Siendo una receta típica regional, como siempre en línea se encuentran decenas y decenas de recetas, espero que mis amigos sardos no se ofendan si la que he elegido no refleja su receta familiar personal.
Se trata de raviolis de sémola, harina y agua rellenos de patatas, pecorino fresco o curado. El relleno puede ser enriquecido con hojas de menta y sazonado con aceite.
Los raviolis sardos tienen una característica forma de media luna, se cierran pellizcando la pasta con los dedos de modo que tengan un trenzado que hace que el extremo del ravioli parezca una espiga.
Realizada con ingredientes siempre disponibles en la despensa, esta pasta tiene orígenes humildes.
Como en todas las preparaciones tradicionales, también para los raviolis sardos existen numerosas variantes del relleno: las recetas son guardadas celosamente por cada familia.
El condimento más utilizado para acompañar los culurgiones es una simple salsa de tomate enriquecida con pecorino fresco.
- Dificultad: Media
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 40 Minutos
- Porciones: 6/8
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para los Culurgiones Sardos al tomate
- 400 g harina de sémola de trigo duro remolida
- 230 ml agua (temperatura ambiente, añadir si la pasta lo requiere)
- 100 g harina 00
- 3 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- 5 g sal
- 1 kg patatas
- 100 g pecorino sardo (curado)
- 8 hojas menta
- 120 g pecorino sardo (fresco)
- q.b. aceite de oliva virgen extra
- 1 diente ajo
- 500 g puré de tomate
- 1 diente ajo
- albahaca
- q.b. aceite de oliva virgen extra
- sal
Herramientas
- Olla
- Prensa de patatas
- Tabla de amasar
- Máquinas para pasta
- Cuenco
- Balanzas de cocina
- Cortapastas
- Cacerola
Pasos para los Culurgiones Sardos al tomate
Como primer paso. Pon en infusión el diente de ajo en el aceite durante toda la noche o caliéntalo en una sartén sin que se fría. Servirá para dar aroma al aceite para el relleno.
Hervir las patatas con piel en agua hirviendo con sal.
Una vez peladas, machacar las patatas añadiendo de vez en cuando el aceite de oliva virgen extra, el pecorino (fresco y curado), menta y mezclar bien.
Añadir el aceite aromatizado con ajo.
En este caso, como habréis visto, no he añadido sal porque el pecorino ya le ha dado el sabor adecuado.
Para la masa, mezclar la harina con una pizca de sal, agua y un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Amasar durante unos 15/20 minutos, hasta que la masa esté lisa, elástica y homogénea.
Si la masa resulta demasiado blanda, añadir un poco de sémola; si está demasiado dura, un poco de agua. Formar una bola y dejarla reposar cubierta con film transparente durante 30 minutos.
Una vez transcurrido el tiempo de reposo, toma un trocito de masa y aplánalo ligeramente con las manos, ayudándote con un poco de harina.
Pásalo por la máquina para pasta comenzando por el grosor más ancho.
Estiramos la masa, haciendo varios pasos, tratemos de dejarla delgada, de aproximadamente 3 mm.
Con un cortapastas circular de 7 cm de diámetro (alternativamente también va bien un vaso), formamos muchos círculos; coloca en el centro una bolita de relleno (del tamaño de una nuez grande); sostenla delicadamente entre el índice y el pulgar izquierdo, y comienza a sellar de derecha a izquierda los pequeños bordes de masa.
Continuar.
Procede hasta completar el relleno (reamasando los restos de masa antes de que se sequen).
Una vez listos, deben cocerse en agua hirviendo con sal, y sazonarse con una simple salsa de tomate fresco!
Si lo deseas, sírvelos con un poco de pecorino rallado.
Una vez terminado todo el relleno y preparados todos los culurgiones, prepara una salsa ligera de tomate sofriendo brevemente ajo y aceite y luego añadiendo puré de tomate, sal y albahaca.
Mientras tanto, cocina los culurgiones, pocos a la vez, en agua hirviendo con sal durante unos 5-6 minutos (depende del grosor de la masa): cuando suban a la superficie podrás escurrirlos.
Dispón los culurgiones en el plato, sazónalos con la salsa de tomate, decora con albahaca fresca y sirve.
Buen provecho.
Curiosidades y consejos
Asegúrate de que la pasta esté estirada lo suficientemente fina. De lo contrario, la parte del cierre sería demasiado correosa.
Abunda con el relleno. Los culurgiones son decididamente ricos.
Cuando hayas colocado el disco de masa en tu mano con el relleno, mueve el borde inferior hacia la masa y presiona.
Ahora agarra dos pequeños bordes de masa a los lados, pínzalos y ciérralos presionándolos suavemente en el relleno.
Elimina el exceso de relleno y luego alarga las puntas.
Te dejo el enlace para conservar mejor la pasta fresca: cómo escaldar la pasta fresca.
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FAQ (Preguntas y Respuestas)
Conservación
Una vez listos, antes de cocerlos, puedes conservar tus culurgiones en el frigorífico bien tapados, durante un par de días.
O puedes congelarlos: colócalos en unas bandejas, y cuando estén congelados, recógelos en bolsas para congelador. Podrás cocerlos directamente congelados, alargando unos minutos la cocción.

