Los flores de calabacín fritos en tempura son irresistibles recién fritos servidos como finger food para un aperitivo o como entrante para consumir de pie, pues, tened por seguro, no tendréis tiempo de llevarlos a la mesa que ya habrán desaparecido.

Un entrante crujiente y apetitoso, perfecto tanto para un menú de tierra como de mar. Se prepara en pocos minutos y el éxito está asegurado!

Preparados con una simple masa de agua fría, harina y sal y fritos en aceite de semilla de cacahuete, que mantiene la fritura ligera y crujiente y cuyo olor delicado no cubre el de las flores.

En cuanto los probéis, sentiréis enseguida un buen crujido y vuestras papilas gustativas explotarán!

En la receta encontraréis todos los trucos y consejos para obtener una fritura perfecta!

De hecho, las flores no estarán ni grasientas ni blandas, sino bien doradas, crujientes y secas.

Obviamente, como para cualquier plato frito, las flores en tempura deben comerse de inmediato, de lo contrario pierden su fragancia y consistencia crujiente!

Para un óptimo resultado de la receta, las flores de calabacín deben ser muy frescas. Si las compráis con el tallo, podéis conservarlas con los tallos sumergidos en agua, como cualquier flor cortada. Cocinarlas siempre dentro de 1 día como máximo.

Yo, esta vez, las he dejado así al natural, pero si sois golosos, podéis, antes de sumergirlos en la masa, rellenarlos con mozzarella y anchoas o con jamón cocido!

¡El resultado será aún más delicioso!