Caramelo salado preparado con mascarpone. Os preguntaréis por qué esta preparación, con mascarpone en lugar de mantequilla y nata. La respuesta es muy simple, tenía mascarpone fresco en abundancia (¿os gustaría preparar mascarpone en casa? No es nada difícil, haced clic aquí para la receta) y me pregunté cómo poder utilizarlo de una manera inesperada, pero muy, muy sabrosa, para no desperdiciar ni un poco. ¿Cómo se me ocurrió esta idea? El caramelo salado normalmente se prepara con azúcar, nata y mantequilla. El mascarpone no es más que nata ligeramente acidificada, que se vuelve sólida y mantecosa, así que me dije, ¿por qué no probar? ¡Os aseguro que el resultado es idéntico!
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Cocina: Italiana
Ingredientes
- 190 g mascarpone
- 100 g azúcar
- 2 g sal fina
Herramientas
- 1 Cazo
- 1 Tarro
- 1 Espátula
Pasos
Pon el azúcar en un cazo de acero perfectamente limpio. Utiliza un cazo de bordes altos porque cuando añadas el mascarpone derretido, la mezcla hervirá y podría salirse de la olla. Derrítelo a fuego bajo y carameliza el azúcar, sin mezclar, solo moviendo ligeramente el cazo sobre el fuego.
Pon 100g. de mascarpone en un cazo pequeño y caliéntalo ligeramente. El mascarpone se derretirá y alcanzará la consistencia de la nata.
Cuando el azúcar se haya derretido completamente y tenga un bonito color ámbar, retíralo del fuego. Viértelo lentamente sobre el mascarpone caliente, mezcla con una espátula o con una cuchara de madera muy limpia y sin olores. Te recomiendo tener una específicamente para preparaciones dulces.
Añade el resto del mascarpone y 2 gramos de sal fina. Mezcla bien, hasta disolver e incorporar todo el mascarpone y obtener una preparación lisa y homogénea.
Caramelo salado hecho con mascarpone
El caramelo salado se conserva durante algunos días en el frigorífico, incluso una quincena, en un tarro de vidrio, cerrado. Al momento de usarlo lo encontraréis solidificado, pero podéis sacar algunas cucharadas y ponerlas en una taza, derretirlo en el microondas, solo toma unos segundos, o al baño maría para que se vuelva líquido nuevamente.
