La pasta al pesto de calabacines es un primer plato ligero y sencillo de preparar, una deliciosa alternativa al clásico pesto genovés y a otras salsas similares, como el pesto trapanés, el pesto de espárragos o el pesto de berenjenas. Con su sabor delicado y aromático, la pasta al pesto de calabacines es perfecta para un almuerzo veraniego y es también bastante rápida de realizar. En muchas recetas, el pesto de calabacines se prepara utilizando los calabacines crudos, un método que tarde o temprano me gustaría experimentar. En esta ocasión, sin embargo, he optado por un enfoque diferente: he preparado el pesto de calabacines con calabacines recién salteados en una sartén con un chorrito de aceite, luego reducidos a crema en la batidora junto con almendras y varias hierbas aromáticas. Entre estas, la menta es sin duda el ingrediente que le da al pesto de calabacines su sabor característico, haciéndolo un plato fresco y agradable incluso en los días más calurosos. El pesto de calabacines se puede utilizar para condimentar cualquier formato de pasta, ya sea fresca o seca. Personalmente, he optado por unos simples penne rigate, que combinan perfectamente con la cremosidad y el sabor delicado de esta salsa veraniega.
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- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4Personas
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera, Verano y Otoño
Ingredientes para la pasta al pesto de calabacines
- 360 g pasta (para mí sin gluten)
- 300 g calabacines
- 50 g almendras peladas
- Unas pocas hojas menta
- Unas pocas hojas albahaca
- 1 pizca sal
- 4 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas pecorino romano (rallado)
Herramientas
- 1 Sartén antiadherente
- 1 Batidora
- 1 Olla
Cómo preparar la pasta al pesto de calabacines y almendras
Para preparar el pesto de calabacines, lava y recorta los calabacines, luego córtalos en cubos bastante pequeños (1). Pon las almendras en una sartén antiadherente sin condimento y tuéstalas durante un minuto aproximadamente a fuego alto, removiéndolas a menudo para no quemarlas. Retíralas del fuego y resérvalas.
En la misma sartén calienta 2 cucharadas de aceite, luego dora los calabacines durante 4-5 minutos (2), hasta que estén ligeramente dorados (3). Sazónalos con sal y déjalos enfriar un poco.
Pon a hervir una olla con abundante agua y, cuando hierva, añade la pasta. Pon las almendras en una batidora y pícalas bastante finamente (4); añade una pizca de sal, la menta, la albahaca (5) y los calabacines (6), luego realiza una primera picada.
Añade también el pecorino y 2 cucharadas de aceite (7) y pica nuevamente hasta obtener una mezcla bastante cremosa (8) (a mí me gusta que aún se reconozcan los trozos de calabacín, pero si lo prefieres, puedes picar un poco más para obtener una crema de color más homogéneo).
Añade 3 o 4 cucharadas de agua de cocción de la pasta que, al ser rica en almidón, dará a tu pesto de calabacines una consistencia más cremosa sin necesidad de añadir mucho aceite; mezcla bien con una cuchara para integrarla al pesto (9).
Escurre la pasta y condiméntala en una ensaladera con el pesto de calabacines, mezclándola bien. Si es necesario, dilúyelo un poco más con un poco de agua de cocción. Sirve la pasta al pesto de calabacines de inmediato, decorada con hojas de menta y albahaca.
Conservación
Puedes conservar el pesto de calabacines en el frigorífico, cerrado en un tarro de vidrio, durante 3 días. Para conservarlo más tiempo puedes congelarlo.
Consejos y variantes
Puedes sustituir las almendras, total o parcialmente, con piñones.

