Para todas esas veces que tienes ganas de un primer plato rápido, cremoso y con un sabor realmente especial, te recomiendo encarecidamente esta pasta con calabacines y crema de pecorino! Una receta aparentemente sencillísima, casi banal, pero que te dejará gratamente sorprendido gracias a su particular combinación de sabores: la dulzura de los calabacines contrastada por la salinidad del pecorino romano y realzada por la frescura de las hojas de menta… ¡estupendo! Preparar la pasta con calabacines y crema de pecorino es bastante fácil, lo que requiere un poco más de atención es la preparación de la crema de pecorino: al igual que ocurre con la clásica cacio e pepe, la crema de pecorino se hace con pecorino romano rallado, una pizca de pimienta y un poco del agua de cocción de la pasta, tomada justo antes de escurrirla para que esté rica en almidón. La crema se añade a la pasta fuera del fuego, de lo contrario se formarán molestos grumos. Lee atentamente la receta y los consejos que te dejo al final, para preparar una pasta con calabacines y crema de pecorino perfecta!
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- Dificultad: Fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la pasta con calabacines y pecorino
- 400 g espaguetis a la guitarra al huevo (o 360 g de espaguetis secos, para mí sin gluten)
- 400 g calabacines
- 80 g pecorino romano (rallado)
- 12 hojas menta
- c.s. pimienta
- 3 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- 1 pizca sal
Herramientas
- 1 Tabla de cortar
- 1 Cuchillo
- 1 Sartén antiadherente para saltear pasta
- 1 Bol
- 1 Cacerola
Cómo preparar la pasta con calabacines y crema de pecorino
Para preparar la pasta con calabacines y crema de pecorino comienza cortando los extremos de los calabacines, lávalos bien y córtalos en trozos (1). En una sartén antiadherente calienta el aceite (2), cuando esté caliente añade los calabacines y salarlos ligeramente (3). No exageres con la sal, ten en cuenta que el pecorino ya es bastante salado.
Déjalos dorar un par de minutos a fuego lento, luego añade aproximadamente 80 ml de agua caliente (4), y déjalos cocinar a fuego bajo durante 7-8 minutos, hasta que estén tiernos (5). Apaga el fuego. Lava las hojas de menta y pícalas con un cuchillo, luego añade la mitad a los calabacines (6).
Cocina la pasta en abundante agua con sal y, un minuto antes de escurrirla, retira una cacerola de su agua de cocción y úsala para hacer la crema de pecorino: pon en un bol el pecorino rallado y un poco de pimienta. Agrega un poco del agua de cocción (7) mezclando bien con un tenedor para evitar la formación de grumos.
Al final debes obtener una mezcla homogénea y bastante suave (8). Si por error añades demasiada agua, puedes ajustar la salsa añadiendo más pecorino. Escurre la pasta muy al dente y transfierla a la sartén. Saltéala durante aproximadamente un minuto, añadiendo también un poco de agua de cocción, para que termine de cocinarse y en el fondo se forme una ligera salsita (9).
Apaga el fuego y deja reposar todo durante 15-20 segundos, luego, cuando la pasta ya no esté hirviendo, añade la crema de pecorino (10) y mezcla de inmediato, para amalgamar la salsa con la pasta sin derretir el queso (11).
Sirve la pasta con calabacines y crema de pecorino de inmediato, adornada con más menta fresca picada.
Consejos y variantes
Para que la receta salga perfecta, elige un pecorino no demasiado curado: cuanto más curado esté, más fácil será que se aglutine al contacto con el calor. Si eliges pasta fresca (tonnarelli al huevo, espaguetis a la guitarra, scialatielli…) el resultado será mejor, porque en comparación con la pasta seca contiene más almidón, lo que hará la pasta más cremosa.