Hoy he preparado estos Buñuelos de flores de calabacín y patatas para llevar a la mesa después de la pasta. Se preparan en pocos minutos añadiendo a la masa levadura instantánea para hacerlas más esponjosas. Excelentes como aperitivo, se pueden comer así, con embutidos y quesos, o incluirlos en un frito mixto o simplemente como hice yo como segundo.
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- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Verano
Ingredientes para Buñuelos de flores de calabacín y patatas
- 2 huevos
- 220 g harina 0
- 100 g agua
- 40 g aceite de semillas de girasol
- 9 flores de calabacín
- 1 patata (pequeña 50 g))
- c.s. cebollino (2 tallos)
- 5 g sal fina
- 7 g levadura instantánea para preparaciones saladas
Herramientas para Buñuelos de flores de calabacín y patatas
- Tabla de cortar
- Sartén
Pasos para Buñuelos de flores de calabacín y patatas
Me encantan estos buñuelos, aunque debería evitar los fritos, pero de vez en cuando me permito un capricho. Son espectaculares, uno lleva al otro y son fáciles de hacer. Hoy he añadido una patata, pero podéis sustituirla por un calabacín o no poner ni patata ni calabacín. Primero, limpiad las flores eliminando el pistilo y el tallo. No os preocupéis si las flores se rompen, ya que luego se cortarán.
En un bol, batid ligeramente los dos huevos con un tenedor, añadid la sal, el agua y el aceite. Mezclad todo.
Incorporad la harina tamizada y la levadura instantánea y batid muy bien hasta obtener una mezcla suave y sin grumos. Podéis usar una batidora de inmersión para acelerar el proceso.
Tomad las flores y cortadlas con tijeras en trozos pequeños, haced lo mismo con la patata. Después de cortarla en rodajas finas, cortadlas en pequeños trozos. Sumergid todo en el bol y mezclad.
Calentad el aceite de semillas en una sartén y cuando esté bien caliente, tomad una pequeña cantidad de la mezcla con una cuchara y sumergidla en el aceite. Al cocinarse, los buñuelos se inflarán. Giradlos de vez en cuando hasta que estén bien dorados por todos los lados.
En cuanto estén dorados, escurridlos y ponedlos sobre papel absorbente. Después ya estarán listos para servir y ¡buen provecho!
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