La piadina de calabacín es un plato realmente fácil y rápido de preparar, gustará seguramente a todos, incluso a los más pequeños. La base de calabacín con la mozzarella se vuelve bien crujiente, el relleno con el queso para untar, el embutido, la rúcula y los tomates le da ese toque sabroso extra, ¡realmente excelente! Es una especie de falsa piadina, pero es perfecta para quien quizá quiera estar a dieta, comer ligero y sano pero con gusto. Es un plato realmente muy versátil, va estupendamente para almorzar, cenar o para servir en pequeños trozos como entrante o aperitivo. Si os gustan las recetas con calabacín podéis probar también:
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 2 Personas
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
Ingredientes para preparar la piadina de calabacín
- 2 calabacines
- 120 g mozzarella para pizza
- 1 pizca sal
- 120 g queso para untar
- 100 g speck en lonchas
- 2 tomates
- c.s. rúcula
Herramientas
- Bandeja para horno
- Papel de horno
- Mandolina
- Cucharilla
Pasos para realizar la piadina de calabacín
Para preparar la piadina de calabacín, primero toma los calabacines, quita los extremos, lava bien los calabacines y córtalos en rodajas finas con un cuchillo o con la mandolina. Si eliges la mandolina tendrás todas las rodajas de calabacín uniformes, del mismo tamaño. Ahora toma una bandeja para horno y cúbrela con papel de horno, coloca las rodajas de calabacín superponiéndolas ligeramente para formar un rectángulo, si quieres piadinas más grandes, simplemente añade más rodajas de calabacín. Ahora pon mozzarella para pizza encima de los calabacines.
Precalienta el horno estático a 200 grados. Cuando el horno esté caliente, hornea los calabacines durante unos 20 minutos, las piadinas deben estar bien doradas y debe haberse formado una costra crujiente. De todos modos, vigila la cocción porque puede variar de horno a horno. Mientras tanto, lava bien la rúcula, sécala, lava bien los tomates y córtalos en rodajas finas. Saca las piadinas del horno, deja enfriar ligeramente, luego con delicadeza voltea las piadinas del lado de los calabacines y unta la mitad con el queso para untar, yo elegí Philadelphia, luego puse rúcula, lonchas de speck y rodajas de tomate, sal y pimienta al gusto.
Luego cierra la piadina. Con las cantidades utilizadas y el tamaño que elegí, obtuve 4 no muy grandes.
¡Tu piadina de calabacín está lista para disfrutar! ¡Buena caliente pero también buena tibia y fría!
Conservación y consejos
La piadina de calabacín debería consumirse inmediatamente por ser crujiente, pero puedes conservarla en el frigorífico durante 1 día.
Elige calabacines de tamaño medio, claros u oscuros.
He elegido utilizar mozzarella seca para pizza para evitar que suelte demasiada agua y así quedará una piadina bien crujiente.
Si no quieres utilizar el speck, puedes optar por otro embutido, como jamón cocido, jamón serrano o el que prefieras.

