El tiramisú es uno de los postres italianos más queridos y conocidos en el mundo, un verdadero símbolo de la pastelería italiana. Su historia, aunque relativamente reciente y aún debatida, lo ve nacer como un postre de cuchara, perfecto para cualquier ocasión. La receta tradicional prevé el uso de bizcochos de soletilla empapados en café, alternados con una crema a base de huevos, azúcar y mascarpone. Sobre este postre hay muchas escuelas de pensamiento y sobre todo mucho miedo por el uso de huevos crudos. Por eso muchas personas buscan huevos pasteurizados que, sin embargo, no se encuentran fácilmente en los supermercados. Yo siempre, gracias al consejo de mi abuela, he optado por el uso de crema pastelera, precisamente para superar este problema y debo decir que el tiramisú además de ser súper seguro es, en mi opinión, realmente mucho más bueno y delicioso. Entonces, ¿qué esperáis? Probadlo y siempre lo haréis así

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 4 Horas
- Tiempo de preparación: 2 Horas
- Porciones: 10
- Métodos de Cocción: Sin cocción
- Cocina: Italiana
Ingredientes
- 300 g bizcochos de soletilla
- 500 g crema pastelera
- 500 g mascarpone
- 300 ml café (con tres cucharadas de azúcar)
- 2 cucharadas licor (San Marzano o si lo preferís también el ron)
- 200 ml nata líquida para montar
Herramientas
- Batidoras eléctricas
- 1 Fuente para horno
Pasos
En primer lugar, preparar el relleno de nuestro tiramisú. Unir la crema pastelera con el mascarpone. Remover y mezclar bien
Después de haber unido la crema de mascarpone, añadimos delicadamente la nata montada
Obtendremos una crema suave y aterciopelada que introduciremos en una manga pastelera y dejaremos momentáneamente en la nevera.
En una copa, insertar el café espresso que hemos azucarado (también vale el de la moka). Unir un vasito de licor San Marzano o si preferís el marsala o el ron.
Preparar la fuente y mojar los bizcochos de soletilla. Cubrir toda la base.
En este punto, con la manga pastelera, verter la crema y nivelarla bien con una espátula.
Proceder con la segunda capa de bizcochos de soletilla
Una ligera capa de crema para cubrir los bizcochos de soletilla
Finalizar decorando con generosos montoncitos de crema
y cacao amargo por encima. Dejar en la nevera al menos 4 horas.