¡Verano para mí es sinónimo de platos frescos, rápidos y ligeros! No me gusta pasar demasiado tiempo en la cocina, prefiero pasar mi tiempo al aire libre, en la playa, viajando y comiendo comidas menos calóricas y más frugales. ¡Esta ensalada refleja precisamente estas características, es más, la definiría más como un plato único que como una guarnición, considerando que en su interior encontrarás todas las valiosas proteínas vegetales de las legumbres, en este caso garbanzos y lentejas. Se prepara todo rápidamente, si compras las legumbres ya cocidas, solo tendrás que ensamblar los ingredientes en una ensaladera y condimentarlos. Te digo, ¡demasiado buena! Para quienes desean consumir una comida ligera pero nutricionalmente completa, aquí están incluidas todas las propiedades beneficiosas de un plato de estilo vegetariano, ¡con un alto poder energético! La elección del condimento aquí es esencial, de hecho, el aceite de oliva virgen extra al limón que utilicé, a diferencia de otros aceites aromatizados disponibles en el mercado, ha sido elaborado con «auténticos» cítricos, prensados junto con las aceitunas. Un gran orgullo siciliano que comparto y doy a conocer con gusto, capaz de realzar todos los ingredientes presentes y dar un toque de increíble frescura a cada bocado.
Si como yo, te encanta disfrutar de platos frescos y veraniegos ricos en propiedades y sabor, aquí tienes algunas otras ideas de las que inspirarte:
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera, Verano
Ingredientes:
- 450 g lentejas cocidas
- 150 g garbanzos cocidos, hervidos
- Algunas hojas lechuga Iceberg
- 4 tomates alargados
- 2 pepinos
- 150 g requesón
- Algunas cucharadas pesto de rúcula
- 50 g rúcula
- 3 huevos
- al gusto semillas de lino
- 45 ml aceite de oliva virgen extra (en mi caso al limón)
- al gusto sal
Herramientas:
- 1 Colador
- 1 Tabla de cortar
- 1 Cuchillo
- 1 Cazo
- 1 Batidora
- 1 Ensaladera
Pasos:
Comienza enjuagando las legumbres bajo agua corriente, eliminando su líquido de conservación, usando un colador y reserva (fig. 1).
Mientras tanto, pon los huevos en un cazo y cúbrelos completamente con agua fría, añadiendo una pizca de sal. Lleva a ebullición y, tan pronto como el agua empiece a hervir, baja el fuego y deja que hiervan a fuego lento durante 8′-10’* (fig. 2). Aparte, lava las verduras bajo agua corriente, sécalas con papel absorbente de cocina y, sobre una tabla de cortar, corta la lechuga iceberg en tiras. Quita las puntas de los tomates y los pepinos y córtalos en rodajas (fig. 3).
Una vez cocidos los huevos, pásalos bajo agua corriente fría del grifo, pélalos y córtalos en rodajas (fig. 4). Finalmente, prepara el pesto de rúcula siguiendo los pasos de mi receta AQUÍ hasta obtener una consistencia cremosa y homogénea (fig. 5).
Estás listo para componer tu ensalada: en una amplia ensaladera, mezcla las legumbres bien escurridas, los tomates y los pepinos (fig. 6). Remueve y añade también la lechuga iceberg, la rúcula sin los tallos más largos y los huevos en rodajas (fig. 7).
Enriquece con el requesón y unas cucharadas de pesto (fig. 8). Mezcla bien, ajusta la sal y condimenta con un buen chorro de aceite (fig. 9).
Sirve de inmediato adornando con un buen puñado de semillas de lino y algunos picatostes o galletas saladas de acompañamiento.
Y voilà…¡tu ensalada de lentejas y garbanzos con pesto de rúcula y requesón está lista para ser disfrutada!
¡Buen provecho de La Cucina di FeFè!
Conservación
👉 La ensalada de lentejas y garbanzos con pesto de rúcula y requesón debe consumirse de inmediato. No recomiendo guardarla en el refrigerador si ya está condimentada, tiende a agriarse y pierde su buen sabor. Si te sobra, haz lo siguiente, condimenta solo una parte, la que creas que se pueda consumir de inmediato, mientras que el resto, ponlo en el refrigerador cubierto con film transparente, que podrás condimentar tranquilamente al día siguiente a más tardar.
Consejos y sugerencias
🟣 * Muchos usan el método de los huevos añadidos ya en agua hirviendo. En este caso, el tiempo se reduce, de hecho, cuando hierve, basta con colocar los huevos en una cuchara y sumergirlos suavemente en el agua hirviendo, dejándolos hervir a fuego lento unos 6′-7′.
En lugar del pesto de rúcula, puedes usar un clásico pesto de albahaca y, si no encuentras aceite de limón, basta con añadir un chorrito de jugo de limón antes de servir.

