¡No más desperdicios! Este es el lema de la mayoría de las personas que saben como siempre, y ahora más que nunca, las recetas «vacía neveras» son indispensables y útiles. Se ha redescubierto el placer de volver a amasar en casa su propio pan, su propia pasta, las galletas, pero también llevar a la mesa preparaciones dulces y saladas con lo que hay. Este es precisamente el caso de estos fantásticos flanes, que obviamente podrán ser revisitados con las verduras disponibles, siempre rigurosamente de temporada, como impone el verdadero arte del reciclaje. Basta con prestar atención a los alimentos al momento de la compra y de su conservación, ¡pero sobre todo tener un poco de imaginación! En este caso, el sobrante de algunas zanahorias ya no tan frescas e inadecuadas para ser empleadas en una ensalada, las últimas patatas y una pobre remolacha sola y desolada en la nevera, han dado vida a unos flanes, sin falsa modestia, ¡realmente exquisitos! Esta además es una solución perfecta para reutilizar verduras y quesos o huevos a punto de caducar. Se pone todo en cocotte, como quiere la tradición francesa, y se riegan con una mezcla de huevos y leche, o si os gusta, de bechamel, dejándolos cocinar lentamente al baño María en el horno. El resultado es realmente sorprendente y lo más asombroso es que se preparan en pocos y sencillos pasos. Podéis servirlos como un elegante entrante, como guarnición o plato principal, es decir, un plato en sí mismo. ¡Más versátiles imposible!

Todas las recetas “vegetarianas” están en ausencia de carne y/o pescado, sin embargo, está previsto el uso de otros alimentos a base de proteínas animales, como huevos y quesos.