Esta semana, con ganas de aprovechar mis reservas de mantequilla de manzana, pensé en alguna otra receta que pudiera ser adecuada para toda la familia y aprovechada para el desayuno. ¡Estas rosquillas preparadas precisamente con mantequilla de manzana, harina de espelta integral y jarabe de agave son seguramente la respuesta a esta necesidad! Dulces pero no demasiado, rústicas y muy esponjosas, son el compromiso perfecto entre sabor y autenticidad. De hecho, están endulzadas esencialmente con jarabe de agave y al ser libres de grasas, son realmente ligeras y digeribles. Las compartí agradablemente una tarde con una querida prima mientras disfrutábamos de una taza humeante de infusión, pero son fantásticas también mojadas en café con leche. Pueden decorarlas también con miel o un topping delicioso de chocolate, o más simplemente espolvoreadas con azúcar glas. Prepararlas será realmente un momento, de hecho solo necesitarás dos tazones y un batidor manual y justo el tiempo de cocinarlas en el horno. Sacarán un desayuno saludable para sus hijos, rico en fibra gracias a las manzanas y con un bajo índice glucémico gracias al jarabe de agave en sustitución del azúcar. ¿No creen que son mucho mejores que las habituales meriendas empaquetadas?

CURIOSIDAD: ¿Sabían que el jarabe de agave se extrae del agave azul, una planta suculenta del desierto de México? Su jugo tiene una acción remineralizante, ya que contiene una gran cantidad de sales minerales como calcio, magnesio, potasio e hierro; y a pesar de contener cerca del 90% de fructosa, mantiene un índice glucémico incluso más bajo que el mismo miel. Esto significa que es absolutamente adecuado para quienes padecen diabetes ya que no aumentará la producción de insulina. Además, teniendo también un bajo contenido calórico, es considerado un edulcorante natural, por lo que es adecuado en dietas hipocalóricas. Por lo tanto, podrán consumirlo tanto aquellos que están tratando de perder algunos kilos como los niños, ya que es rico en valiosos nutrientes. En la cocina, puede usarse para endulzar bebidas al ser insípido, o usarse como ingrediente en los dulces, recordando, sin embargo, usar menos que el azúcar blanco, ya que 75 g de jugo de agave endulzan como aproximadamente 100 g de azúcar refinado.