Hemos llegado a la semana de Navidad, ni siquiera sabría decir cómo, ¡el tiempo ha volado literalmente! De cara a estas fiestas, quiero dejaros una receta espectacular, muy escenográfica y deliciosa, la tarta girasol. Se trata de una masa, rellena con un relleno de espinacas, ricota y feta griega, adornada en la superficie con una capa de pistachos muy tentadora, que al cocinarse se tostará, ¡volviéndose muy crujiente! Será perfecta para presentarla en el centro de una mesa, donde cada comensal podrá arrancar un pétalo y disfrutarlo acompañado de un aperitivo refrescante y espumoso. Más allá de las fiestas, podéis preparar esta tarta para cualquier otra ocasión, para llevar por ejemplo a un picnic, a la oficina, a la playa, ¡donde queráis! En resumen, una receta doblemente versátil, porque podréis variar cada vez un relleno diferente o crear muchos juntos para un buffet con rellenos sabrosos y deliciosos. ¡Os lo garantizo, siempre tendréis un gran éxito!
Si las tartas saladas son vuestro pan de cada día, aquí abajo hay algunas otras propuestas para llevar a vuestras mesas:
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 20 aprox.
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno y Primavera
Ingredientes:
- 2 rollos hojaldre (redondos)
- 500 g espinacas (ya lavadas)
- 350 g ricota de oveja
- 50 g feta (griega)
- 1 huevo
- 60 g Parmigiano Reggiano DOP (rallado)
- 2 cucharadas pan rallado
- 1 cucharadita nuez moscada
- 1 pizca sal
- c.b. pimienta
- 1 yema
- 2 cucharadas leche
- 40 g granillo de pistachos
- 1/2 cucharadita cúrcuma en polvo
Pasos:
Limpia y lava las espinacas abundantemente bajo agua corriente, luego escáldalas durante 3′-4′ a fuego lento en una cacerola grande solo con su agua de vegetación y tapando con una tapa. Apaga y deja escurrir las espinacas en un colador durante aprox. 30′ o exprímelas bien con un tenedor hasta que pierdan toda su agua (fig. 1).
Pica las espinacas completamente con la ayuda de unas tijeras (fig. 2).
Mientras tanto, en un bol, después de haber escurrido previamente la ricota del suero durante una noche*, trabájala a crema con la ayuda de una cuchara (fig. 3).
Añade también la feta desmenuzada y las espinacas picadas y mezcla bien los dos ingredientes (fig. 4).
Incorpora el huevo y la nuez moscada, luego ajusta de sal y pimienta (fig. 5).
Mezcla todo y añade también el pan rallado (fig. 6).
Finalmente el Parmigiano rallado y mezcla hasta obtener una masa cremosa (fig. 7).
En este punto, sobre una bandeja de horno, desenrolla el primer disco de hojaldre dejándolo con el papel en el que está envuelto y vierte una buena porción de crema de espinacas y ricota en el centro, creando un pequeño montículo (fig. 8).
Distribuye el resto de la mezcla sobre toda la superficie, dejando un centímetro del borde y nivelando bien con la ayuda de una cuchara (fig. 9).
Cubre con el segundo disco, haciendo que los bordes se adhieran bien con el disco inferior (fig. 10).
Sella los bordes con los dientes de un tenedor (fig. 11).
Con la ayuda de una rueda para pizza, corta la tarta en 4 partes, dejando la cúpula intacta, luego divide cada parte en otras 4 y luego cada una a la mitad, hasta obtener 16-18 rayos (fig. 12).
Gira muy delicadamente cada rayo dos veces sobre sí mismo para que el relleno quede hacia arriba (fig. 13).
Así habrás obtenido tu forma de girasol (fig. 14).
Mientras tanto, en un bol, bate la yema con la leche y la cúrcuma en polvo (fig. 15).
Pinta toda la superficie de la tarta con la mezcla de huevo (fig. 16).
Esparce toda la superficie con el granillo de pistachos, concentrando la mayor porción justo en el centro (fig. 17).
Hornea en horno estático precalentado a 190°C durante 25′-30′ o hasta que esté dorado. Siempre controla los últimos minutos, ya que los tiempos de cocción varían mucho de un horno a otro (fig. 18).
Apaga, retira del horno y deja enfriar antes de transferir tu tarta a un plato de servir.
Y voilà…tu tarta girasol con espinacas, ricota y pistachos está lista para ser disfrutada!

¡Buen Provecho desde la cocina de FeFè!
Conservación
👉 Podéis conservar la tarta girasol en la nevera durante un máximo de 2-3 días y calentarla en horno o microondas antes de servir.
Consejos, notas, variaciones y sugerencias
🟣* El mejor sistema para escurrir la ricota, aunque no es el más rápido, implica colocarla en un colador de malla fina apoyado sobre un bol bastante alto, para recoger todo el suero producido. Cubre con film y transfiere al frigorífico durante una noche. Después de unas 12 horas, la ricota estará lista para ser usada. Si quieres hacerlo más rápido, coloca la ricota en un paño muy fino, perfectamente limpio, y ‘exprímelo’ sobre el fregadero de la cocina, para sacar tanto suero como sea posible.

