Rollitos de lasaña al horno con jamón cocido, queso y bechamel son un primer plato delicioso y facilísimo, perfecto para el almuerzo del domingo pero también para una ocasión especial. Las láminas de pasta fresca ya listas se rellenan con una capa de cremosa bechamel casera, jamón cocido y provola en rodajas, se enrollan sobre sí mismas y se cortan en rodajas.
Una vez listos, bastará con disponer los rollitos obtenidos de pie en una fuente y cubrirlos con abundante bechamel y parmesano rallado.
Pero ahora vamos a la cocina y os muestro cómo preparar los Rollitos de lasaña
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Pasta al horno con ragú blanco
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 25 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
Veamos juntos qué necesitamos para preparar
- 250 g lasaña
- 150 g jamón cocido
- 150 g provola
- 100 parmesano rallado
- 50 g harina
- 50 ml aceite de semillas
- 500 ml leche
Herramientas
- 1 Fuente para horno
- 1 Olla
- 1 Balanza de cocina
Pasos
Empezamos a preparar
Empezamos a preparar los rollitos de lasaña; primero preparamos la bechamel aquí cómo hacer
Ahora componemos los rollitos de lasaña; poned las láminas de lasaña sobre la superficie de trabajo y untad la bechamel dejando aproximadamente un centímetro del borde.
Poned encima una capa de jamón cocido y una de queso cortado muy fino
Enrollad la lasaña desde el lado corto hasta el final luego cortadla en 3 partes
Haced una pequeña capa de bechamel en el fondo de una fuente para horno y a medida que estén listos, colocad los rollitos de lasaña de pie en la fuente.
Cubrid con la bechamel restante, espolvoread con una generosa cantidad de parmesano rallado.
Hornead en horno estático a 200 grados durante 25 minutos, activando el grill 5 minutos antes de sacarla del horno.
Una vez transcurrido el tiempo de cocción, sacad los rollitos de lasaña del horno y llevadlos a la mesa
¡Y buen provecho!
Consejos de Marge
Los rollitos de lasaña se conservan en el frigorífico durante dos o tres días bien cerrados en un recipiente hermético.
Las lasañas frescas se pueden utilizar directamente sin precocción en agua.
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