
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Energía 213,03 (Kcal)
- Carbohidratos 20,39 (g) de los cuales azúcares 1,72 (g)
- Proteínas 6,01 (g)
- Grasa 11,15 (g) de los cuales saturados 3,89 (g)de los cuales insaturados 2,06 (g)
- Fibras 0,79 (g)
- Sodio 470,44 (mg)
Valores indicativos para una ración de 100 g procesada de forma automatizada a partir de la información nutricional disponible en las bases de datos CREA* y FoodData Central**. No se trata de consejos alimentarios y/o nutricionales.
* CREATES Centro de Investigación sobre Alimentación y Nutrición: https://www.crea.gov.it/alimenti-e-nutrizione https://www.alimentinutrizione.it ** Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio de Investigación Agrícola. FoodData Central, 2019. https://fdc.nal.usda.gov
¿Cómo se prepara un risotto perfecto?
¿Pero cómo se hace para preparar un risotto perfecto? ¿Cuáles son los secretos para obtener un risotto bien hecho? En realidad, hay pocas reglas simples a seguir y os las explico brevemente aquí. Para un risotto perfecto, la elección de la calidad del arroz es muy importante, porque la cremosidad del risotto depende mucho de esto. Optad por el carnaroli, el arborio, el vialone nano o el baldo.
Usad, además, una olla ancha y de fondo grueso que pueda distribuir el calor de manera uniforme.
Un paso fundamental es también la tostada del arroz: se puede hacer sin grasas o junto con el condimento del risotto (como hice en esta receta). Lo importante es calentar bien los granos de arroz, para prepararlos para la cocción y hacer que liberen la cantidad adecuada de almidones: de esta manera, se evitará que se deshagan durante la preparación del risotto. Esta operación debe durar muy poco, máximo un minuto.
También es importante usar el caldo bien caliente, pero sobre todo añadirlo poco a poco, a medida que el arroz lo absorbe durante la cocción.
El otro paso importante es la mantecado del risotto: gracias a este paso, que generalmente implica la adición de mantequilla y Parmigiano (o aceite de oliva virgen extra y otros tipos de quesos), el risotto adquirirá su característica cremosidad, pero debe hacerse siempre al final de la cocción y estrictamente con el fuego apagado, removiendo delicadamente con la cuchara de madera, hasta que los ingredientes añadidos estén perfectamente incorporados al compuesto.