La vignarola a la romana o vignarola romana es un plato de la tradición campesina romana. Es un acompañamiento típicamente primaveral, que se prepara con las últimas alcachofas de la temporada y con las primicias que la primavera nos ofrece, es decir, habas y guisantes (además de la lechuga romana).
El origen del nombre de este plato tan sencillo, pero tan rico en sabor, es controvertido: hay quien dice que se llama así porque era la comida de los «vignaroli», es decir, de los campesinos que trabajaban en las viñas. Hay, en cambio, quienes sostienen que el nombre deriva del hecho de que los ingredientes que componen este plato eran vendidos por los «vignaroli», o sea, los vendedores de frutas y verduras en los mercados romanos. Cualquiera que sea el origen del nombre, una cosa es cierta: esta mezcla de sabores y aromas primaverales es realmente perfecta y merece la pena probarla.
La vignarola a la romana nace como acompañamiento (aunque puede ser considerado un acompañamiento rico, dado también la presencia del guanciale), pero puede ser servido también como aperitivo sobre tostadas, puede ser un sabroso relleno para rosquillas y tartas saladas y, ¿por qué no?, para condimentar también unos deliciosos primeros platos.
Su preparación, sobre todo si se utilizan verduras frescas, no es de las más rápidas, no tanto por los tiempos de cocción, sino más bien por el hecho de que las alcachofas deben ser limpiadas y los guisantes y las habas desgranados, pero os aseguro que realmente vale la pena!
La particularidad de esta receta es que las verduras deben cocerse «a pasos»: dado que tienen diferentes tiempos de cocción, no deben ponerse todas juntas en la sartén, sino que deben añadirse una a una, comenzando por la que necesita más tiempo de cocción.
Bien, ahora pasemos a la receta y veamos juntos cómo se prepara la vignarola romana.
Si os gustan, como a mí, los platos con verduras de temporada, os invito a echar un vistazo a mi colección de recetas con alcachofas y luego os dejo algunos enlaces de acompañamientos primaverales para probar justo en este período!

- Dificultad: Fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Regional Italiana
- Región: Lazio
- Estacionalidad: Primavera
- Energía 119,49 (Kcal)
- Carbohidratos 9,32 (g) de los cuales azúcares 2,61 (g)
- Proteínas 4,37 (g)
- Grasa 7,49 (g) de los cuales saturados 2,09 (g)de los cuales insaturados 2,86 (g)
- Fibras 5,06 (g)
- Sodio 82,87 (mg)
Valores indicativos para una ración de 100 g procesada de forma automatizada a partir de la información nutricional disponible en las bases de datos CREA* y FoodData Central**. No se trata de consejos alimentarios y/o nutricionales.
* CREATES Centro de Investigación sobre Alimentación y Nutrición: https://www.crea.gov.it/alimenti-e-nutrizione https://www.alimentinutrizione.it ** Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio de Investigación Agrícola. FoodData Central, 2019. https://fdc.nal.usda.gov
Ingredientes de la vignarola a la romana
- 400 g alcachofas (al neto de residuos)
- 400 g habas (al neto de residuos)
- 400 g guisantes (al neto de residuos)
- 1 cogollo lechuga romana
- 1 cebollas tiernas (o 1 cebolla blanca)
- 100 g guanciale
- c.s. aceite de oliva virgen extra
- c.s. sal
- c.s. pimienta
- Unas cuantas hojas menta
- c.s. agua (o caldo de verduras)
Utensilios para preparar la vignarola a la romana
- Sartén
- Cuchillo
- Tabla de cortar
Pasos para preparar la vignarola a la romana
Veamos juntos cómo se prepara la vignarola a la romana, este riquísimo plato de la tradición romana.
Comenzad con la limpieza de las alcachofas. Poneos los guantes antes de comenzar para evitar que vuestras manos se oscurezcan.
Hecho esto, empezad a eliminar las hojas externas más duras. Una vez llegados al corazón, cortad la alcachofa en dos y eliminad la «pelusa interna» con la punta de un cuchillo. Luego, cortad las alcachofas en gajos y ponedlas en un bol con agua y unas gotas de limón.
Desgranad también las habas y los guisantes sin mezclarlos. Ponedlos en dos boles separados, ya que se cocinarán en tiempos diferentes.
Lavad la lechuga romana y cortadla en tiras de unos 3-4 centímetros.
Tomad una sartén grande, poned unas cucharadas de aceite de oliva virgen extra y añadid el cebollino cortado fino (o la cebolla) con el guanciale en trozos.
Dejad rehogar a fuego bajo durante unos minutos: cuando la cebolla esté casi transparente, comenzad a añadir las verduras, empezando por las que necesitan más tiempo de cocción.
Añadid entonces las alcachofas a la sartén y un cucharón de caldo de verduras o de agua caliente y dejad cocinar a fuego moderado durante 5-10 minutos.
Continuad con las habas, añadiendo otro cucharón de líquidos y, después de unos 5 minutos, los guisantes y luego (siempre después de otros 5 minutos) la lechuga romana.
Dejad cocer suavemente con tapa, hasta que todas las verduras estén tiernas y perfectamente cocidas.
Ajustad al final de la cocción con sal y pimienta.
Al terminar, si lo deseáis, podéis aromatizar la vignarola con menta fresca y servirla con unas escamas de queso pecorino romano y algunas rebanadas de pan tostado.
Conservación, variaciones y consejos
– La vignarola a la romana se puede preparar unas horas antes y se puede servir caliente o a temperatura ambiente.
– Si sobra, guardadla en un recipiente bien cerrado y conservadla en el frigorífico como máximo durante 2-3 días.
– La receta original prevé el uso del guanciale, pero si no lo encontráis, podéis sustituirlo por panceta dulce en cubos (pero en este caso os desviaréis de la receta original!).
– Si queréis probar la vignarola a la romana pero no tenéis tiempo (o ganas) de limpiar las verduras frescas, también podéis utilizar habas, guisantes y corazones de alcachofas congelados, siguiendo siempre el mismo orden para su cocción (por lo tanto, primero alcachofas, luego habas, luego guisantes y finalmente lechuga). ¡De este modo, preparar este delicioso acompañamiento será mucho más rápido!