Las bruschettas con calabaza y caciocavallo son un perfecto encuentro de dulzura y sabor en un solo bocado. La crocancia del pan tostado alberga una suave calabaza cocinada en sartén, que desprende todo su sabor rico y aromático. Para coronar el plato, lonchas de caciocavallo que se derriten delicadamente sobre la calabaza, añadiendo una nota intensa y un contraste de texturas. Un entrante simple pero refinado, ideal para las noches de otoño.
Os proponemos algunas recetas a base de calabaza que podrían suscitar vuestro interés:
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 8Piezas
- Métodos de Cocción: Estufa, Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Otoño, Invierno
Ingredientes
- 400 g calabaza
- 8 rebanadas pan
- 8 rebanadas caciocavallo
- 1/4 cebolla
- c.s. aceite de oliva virgen extra
- 1 ramita romero
- 1 cazo agua (o caldo vegetal)
Herramientas
- 1 Sartén
- Papel de horno
Pasos para bruschettas con calabaza y caciocavallo
Para preparar estas deliciosas bruschettas, comienza con la limpieza de la calabaza: pélala, elimina las semillas y los filamentos, lávala, sécala con cuidado y córtala en cubos de aproximadamente 1 cm.
En una sartén, añade un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra, la cebolla finamente picada y deja que se dore a fuego lento. Luego, añade algunas hojas de romero, la calabaza, un cazo de agua (o caldo vegetal), sala a tu gusto y cocina con tapa durante unos 20 minutos.
Cuando la calabaza esté lista, coloca las rebanadas de pan en una bandeja forrada con papel de horno y tuéstalas en horno estático precalentado a 180° durante 4-5 minutos.
Después de tostar el pan, añade sobre cada rebanada un poco de calabaza cocida y una loncha de caciocavallo. Hornéalas de nuevo, baja la temperatura a 170° y cocina hasta que el caciocavallo se haya derretido.
Tus bruschettas con calabaza y caciocavallo están listas para ser servidas, decoradas con algunas hojas de romero.
Conservación de bruschettas con calabaza y caciocavallo
Las bruschettas pueden conservarse en el frigorífico, en un recipiente hermético, durante un máximo de un día. Antes de consumirlas, caliéntalas en el horno durante unos minutos.

