Para preparar estas simpáticas galletas, pon en un bol la mantequilla a temperatura ambiente (debe estar muy suave) y el azúcar, y bate todo hasta obtener una mezcla suave con la ayuda de una batidora eléctrica o un batidor manual.

Añade el huevo, el aroma de vainilla, el aroma de limón (o la ralladura de un limón), una pizca de sal y sigue batiendo. Agrega la harina y la harina de almendras, luego amasa hasta obtener un bloque liso y homogéneo. Envuelve el bloque en film transparente para alimentos y déjalo reposar en el frigorífico durante 1 hora.

Pasado el tiempo necesario, saca la masa del frigorífico y, con la ayuda del rodillo, extiéndela hasta obtener un disco de unos 5-6 milímetros de espesor. Luego, usa un molde de corazón (de aproximadamente 9-10 centímetros de diámetro) para crear las formas y luego corta cada corazón por la mitad.

Coloca las mitades de corazón en una bandeja forrada con papel de horno. Para crear los fantasmitas, procede de la siguiente manera: para cada corazón, toma una mitad en la que vas a hacer los ojos, haciendo dos agujeros con el extremo más pequeño de la boquilla de la manga pastelera (boquilla de 10 mm y base de 24 mm). Para la boca, utiliza el extremo de la boquilla más grande. Deja la otra mitad del corazón sin decorar. Por último, mueve ligeramente el extremo de ambas mitades para obtener el aspecto de un fantasmita.

Hornea las galletas en un horno estático precalentado a 175° durante 13-15 minutos. Una vez cocidas, deja que se enfríen sobre una rejilla.

Cuando estén frías, rellena la mitad no decorada con mermelada al gusto y une la otra mitad, la que tiene la cara del fantasmita. Espolvorea con azúcar glas y… ¡aquí tienes unas simpáticas galletas para Halloween!