Comenzad con la preparación del caldo vegetal. A continuación, proceded a limpiar la calabaza: peladla, eliminad las semillas y los filamentos, lavadla, secadla con cuidado y cortadla en cubos de aproximadamente 1 cm.

En una sartén, calentad 3-4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, añadid la cebolla finamente picada, una pizca de sal y medio cucharón de caldo vegetal. Cocinad a fuego lento hasta que la cebolla esté casi transparente.

A continuación, añadid la calabaza, un cucharón de caldo vegetal, la sal y una ramita de romero. Tapad con una tapa y continuad cocinando hasta que la calabaza esté tierna. Cuando esté cocida, machacadla con los dientes de un tenedor para obtener una especie de puré.

Mientras tanto, poned al fuego un wok, verted el arroz y tostadlo a fuego medio, removiéndolo frecuentemente. Para verificar el grado de tostado, tomad un puñado de arroz y apretadlo con la mano: si no podéis sostenerlo por más de unos segundos porque está demasiado caliente, es el momento de desglasar con el vino blanco. Removed para evitar que el arroz se pegue. Cuando el vino se haya evaporado, añadid la calabaza cocida previamente, removed bien y llevad el arroz a cocción, añadiendo un cucharón de caldo caliente según sea necesario. Probad y, si es necesario, añadid sal

Cuando el arroz esté cocido, apagad el fuego y añadid el queso parmesano rallado y finalmente la mantequilla. Dejad reposar durante un par de minutos, luego emplatad el risotto, decorando con algunas hojas de romero.