En nuestra casa nunca faltan los limones, especialmente los del jardín que cuida mi marido. Cuando están listos y perfumados, además de usarlos en recetas dulces y saladas, aprovecho para preparar esta Conserva de limones en aceite, una receta muy simple con un sabor explosivo.
El aroma del romero, el sabor del orégano y una ligera nota picante del chile o la pimienta rosa, transforman los limones en un condimento versátil, perfecto para dar un toque a un simple filete de pescado, a una bruschetta rústica, a una parrillada de carne, a un plato de queso o a una ensalada de legumbres.
Prepararla es facilísimo, solo se necesita un poco de paciencia para la fase de marinado. El resultado te conquistará al primer bocado.
Si te gustan las Conservas caseras con aroma mediterráneo, estos limones en aceite no pueden faltar en tu despensa.
Prueba la receta y cuéntame con qué los has combinado.
Anna.
Te propongo otras conservas que no te puedes perder:
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Tiempo de cocción: 40 Minutos
- Porciones: 4 tarros (aproximadamente) de 250 g
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera, Verano, Invierno
Ingredientes
- 1 kg Limones no tratados
- 150 g sal gruesa
- 150 g azúcar moreno
- 2 ramitas Romero
- 1 cucharada Orégano
- 1 cucharadita chile seco o pimienta rosa en grano
- c.s. Aceite de oliva virgen extra
Herramientas
- Olla
- 4 Tarros de vidrio
- 1 Bol
- 1 Papel film
- 1 pinzas curvas de cocina
Preparación
Lavamos bien los limones bajo el agua corriente, solo después de haberlos dejado en remojo durante unos 20 minutos. Si es necesario, los raspamos con una esponja nueva y los secamos con un paño limpio. Quitamos las extremidades si están dañadas, los cortamos primero en 4 y luego en rodajas de aproximadamente 1/2 centímetros de grosor. Podemos eliminar las semillas ahora o después. Ponemos las rodajas en un bol grande, las cubrimos con la sal gruesa, el azúcar, mezclamos y cubrimos con papel film. Los dejamos reposar en el frigorífico durante al menos 4 días (a veces los dejo incluso 6 días), girándolos de vez en cuando para que se impregnen bien.
Pasado el tiempo necesario, los escurro, los enjuago bien y los seco nuevamente siempre con un paño limpio. Si no lo he hecho antes, es el momento de eliminar las semillas.
Colocamos en el fondo del tarro un trozo de romero y de chile. Colocamos encima los trozos de limón, añadimos el aceite de oliva virgen extra y finalmente el orégano seco o fresco. Continuamos en este orden para todas las capas que se vayan formando. Terminamos cubriendo completamente con aceite. Sin embargo, evitamos llenar los tarros hasta el borde, dejando un espacio de aproximadamente 2 cm.
Presionamos bien para eliminar posibles burbujas de aire, cerramos con la tapa, colocamos el tarro en un calcetín viejo o desparejado y lo colocamos dentro de una olla con agua fría. Ponemos al fuego y desde el momento en que comience a hervir, cocinamos durante unos 35/40 minutos. Una vez listos, los dejamos enfriar directamente en la cacerola asegurándonos finalmente de que hayan hecho el vacío.
En este punto podemos secar los tarros, etiquetarlos y guardarlos en la despensa para que se impregnen.
Abrimos nuestra Conserva de limones en aceite no antes de 40 días.
Consejos, variantes y conservación
Se conservan en un lugar oscuro y seco durante aproximadamente dos años, pero una vez abierto el tarro debemos guardarlo en el frigorífico y consumirlo en 10/15 días, asegurándonos de que los limones estén siempre bien cubiertos de aceite.
Para una versión más aromática, añadimos unas rodajas de ajo y algunas hierbas frescas más.
Para un procedimiento correcto y para conservar con toda seguridad, échale un vistazo a mi artículo: Conservas caseras.
¿Puedo usar limones tratados?
Es mejor usar siempre limones no tratados, porque comeremos también la cáscara.
¿Cuánto tiempo debo esperar antes de probarlos?
Al menos unos cuarenta días, ya que los sabores se intensifican con el tiempo.
¿Puedo triturarlos para hacer una crema?
Sí, una vez listos es posible triturarlos para obtener una especie de paté para untar.

