Os propongo el Solomillo de cerdo en papillote, como alternativa a los clásicos del almuerzo de Navidad. Algo diferente pero delicado y sabroso al mismo tiempo. Además, es fácil de preparar y sobre todo rapidísimo, porque podréis ponerlo a cocinar en el último momento, incluso mientras coméis el primer plato. La dulzura de la miel y la acidez de las grosellas lo hacen realmente excepcional y sin excesos. La mermelada de grosellas luego, encaja perfectamente con este delicioso segundo plato. Si no os gusta la grosella, siempre podéis optar por otro tipo de fruto del bosque, porque el resultado será sin duda buenísimo. También en lo que respecta a las hierbas aromáticas, usad las que prefiráis, porque cualquier tipo se lleva bien con el cerdo. Así que ajo, romero, grosellas, miel, aceite, sal y pimienta, eso es todo lo que necesitáis para esta receta.
La miel que usé para esta preparación, es muy especial porque viene directamente de Alemania. Se trata de una miel de sotobosque de la Selva Negra, muy aromática. Para la receta está bien la miel que tengáis en la despensa, pero en este caso no la de castaña, porque arruinaría la delicadeza de este plato.
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Pinceles para usar en la cocina
Si queréis más ideas excelentes, siempre hechas con cerdo, entonces no os perdáis las siguientes recetas:
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 800 g solomillo de cerdo
- 2 dientes ajo
- 2 ramitas romero
- 100 g grosellas rojas
- 4 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- q.b. sal y pimienta
- 2 cucharadas miel
- q.b. mermelada de grosella roja
Herramientas
- 1 Papel de horno
- 1 Hilo de cocina
- 1 Bandeja
Cómo se prepara el Solomillo de cerdo en papillote
Para preparar el Solomillo de cerdo en papillote, organizad la superficie de trabajo con todos los ingredientes ya medidos.
De esta manera tendréis todo a mano, también las herramientas, y vuestro trabajo será así más fácil.
Seguramente necesitaréis dos solomillos de cerdo, porque encontrar uno de 800 gramos es bastante difícil.
Colocad una ramita de romero en el centro de cada solomillo, y sujetadla con un hilo de cocina, enrollándolo alrededor.
Cortad dos rectángulos de papel de horno y colocad en el centro de cada uno la carne.
Rociad cada pieza de carne con dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra, sazonad y verted la miel por encima.
Añadid las grosellas rojas y cerrad como si fueran dos paquetitos en forma de caramelo.
Sellad los lados con el hilo, haciendo nudos o lazadas, y colocadlos dentro de una bandeja para horno.
Finalmente, hornead en un horno precalentado a 200°C, y dejad cocer durante 15/20 minutos, no más porque corren el riesgo de secarse.
Sacad los asados del horno, dejadlos templar, abrid los paquetes y cortadlos en rodajas.
Servid vuestro Solomillo de cerdo en papillote, acompañándolo con abundante mermelada de grosella roja.
Consejos, variantes y conservación
Puedes conservar el solomillo en el frigorífico, durante uno o dos días.
Si os sobra y no queréis comerlo enseguida, colocad las rodajas en un recipiente de vidrio y metedlo en el congelador.
Las sacaréis cuando las necesitéis, calentándolas luego en el microondas, para que no pierdan su suavidad.
Si no os gusta la grosella roja, poned el tipo de frutos del bosque que prefiráis.
Si no os gusta la grosella roja, poned el tipo de frutos del bosque que prefiráis.
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