Consejos y variantes

Si queréis obtener una masa perfecta, para vuestros Tagliolini al nero di sepia hechos en casa, pero también para la pasta fresca al huevo en general, seguid atentamente este consejo: el peso de la harina deberá ser siempre el doble que el de los huevos.

Logrando secarlos bien, en una bandeja o un paño, podéis conservarlos sin problemas, dentro de un recipiente de vidrio con tapa.

O bien, justo después de cortarlos, formad nidos con las manos, colócalos en una bandeja y mételos en el congelador a congelar.

Una vez congelados, toma uno a la vez, colócalos en una bolsa de plástico, y vuelve a meterlos en el congelador.

De esta manera ocuparán seguramente menos espacio.

¿Os gusta la pasta fresca hecha en casa? Entonces no os perdáis la próxima receta: Strozzapreti hechos en casa

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