Vamos a cocinar

• Hierve las patatas con la piel después de lavarlas cuidadosamente; elige patatas de montaña secas y firmes y, si es posible, todas de aproximadamente el mismo tamaño. Si usas la olla a presión bastarán diez minutos desde el inicio del silbido, de lo contrario, necesitarás el doble de tiempo.

  Escurre las patatas y prénsalas con el prensapatatas directamente sobre la mesa, extiéndelas ligeramente y espera a que se templen. Luego, cuando ya no emitan vapor, amasa con la harina, que añadirás poco a poco, hasta obtener una masa suave y seca. Si no estás seguro, añade un huevo a las patatas como primer paso, y amasa con la harina: podría ser que necesites usar más, porque el huevo es líquido. Añadir un huevo garantiza un resultado seguro, porque seguramente los gnocchi no se desharán en la cocción, pero los hace más consistentes y, en consecuencia, menos suaves.

  

• Forma cordones de masa sobre la mesa enharinada y corta un bloque que sea aproximadamente el doble de lo que cortarías para formar un gnocco normal. Aplánalo en tu mano izquierda para formar un disco de igual grosor. Coloca en el centro una cucharadita de pesto genovés, o una cucharadita de calabaza al horno reducida a puré, y un pequeño cubo de gorgonzola picante. Cierra, ayudándote con la mano derecha, hasta formar una esfera bien sellada y enharinada. Presta atención a cómo cierras, hazlo con cuidado y calma, o tus gnocchi rellenos se abrirán en la cocción.

  

• Echa los gnocchi pocos a la vez en agua hirviendo con sal, y recógelos con una espumadera tan pronto como salgan a la superficie.

  Adereza al gusto con una salsa simple y clara.