El risotto de fresas es un plato elegante, de sabor delicado que se presta bien tanto como primer plato como plato único para una cena especial en primavera. Una receta que une la dulzura de las fresas con la cremosidad del risotto, creando una experiencia culinaria única y particular. Comí este plato por primera vez en el lejano 1992 en Brianza con motivo de la clausura de un evento organizado por la empresa farmacéutica donde trabajaba mi marido. Recuerdo que cuando me propusieron probarlo, respondí decididamente que no, pensando que el sabor dulce en un primer plato no coincidía definitivamente con mis gustos. Me convencieron diciéndome que el risotto de fresas tenía un sabor equilibrado y que lo dulce casi no se notaba. Añadieron que si lo probaba, seguramente pediría más. ¡Para mi gran sorpresa, así fue! Me enamoré a la primera prueba. Desde entonces lo preparo al menos un par de veces cada año en primavera y con motivo del cumpleaños de mi hijo Lorenzo, que es muy aficionado a él.
Si como a mí te gustan las fresas, descubre otras recetas que puedes hacer en casa:
- Dificultad: Fácil
- Tiempo de reposo: 5 Minutos
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Hornillo
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera, Verano
Ingredientes
esto es lo que necesitas para preparar el risotto de fresas
- 350 g arroz Carnaroli
- 250 g fresas
- 950 g caldo de verduras
- 100 g prosecco (o vino blanco seco)
- 50 g mantequilla
- 30 g aceite de oliva virgen extra
- 1 chalota (o cebolleta)
- 40 g pecorino romano (rallado)
- 30 g parmesano rallado
- 1 cucharada nata para cocinar (opcional)
- al gusto sal
Preparación
Empieza lavando delicadamente las fresas bajo el agua corriente, sécalas y córtalas en trozos. Recuerda reservar un par de fresas enteras para decorar el plato antes de servir el risotto.
Sobre una tabla de cortar, pica finamente la chalota. Toma una cacerola grande, derrite y calienta la mantequilla con el aceite de oliva virgen extra y añade la chalota picada. Déjala sofreír suavemente (a fuego bajo) hasta que se vuelva transparente. Añade las fresas y cocínalas siempre a fuego bajo durante unos 10 minutos, luego viértelas en un bol y resérvalas.
Añade un chorrito de aceite a la cacerola, añade el arroz y tuéstalo durante 2-3 minutos, removiendo continuamente para evitar que se pegue. Cuando los granos estén traslúcidos, agrega el prosecco.
Una vez que el prosecco se haya evaporado, comienza a añadir el caldo de verduras muy caliente, aproximadamente un cucharón a la vez. Sigue removiendo y añade más caldo solo cuando el anterior haya sido absorbido. Después de unos diez minutos, añade las fresas y sigue removiendo suavemente para mezclar los sabores. Procede así hasta que la cocción del arroz esté al dente (tardará en total unos 15-18 minutos).
Cuando el arroz esté cocido, retira la cacerola del fuego y añade la nata, el pecorino y el parmesano rallado. Remueve enérgicamente para mantecar el risotto, haciéndolo cremoso.
Sirve el risotto de fresas en los platos, decorando con las fresas enteras y luego cortadas en rodajas y reservadas, y algunas hojas de menta fresca, si lo deseas. Ajusta de sal al gusto.
El risotto de fresas es un plato que sorprende por su sencillez y elegancia. Buen provecho de parte de Silvana
Consejos
Puedes preparar en casa el caldo de verduras con vegetales frescos para un resultado más sabroso y natural.
Elige fresas maduras en su punto justo, obtendrás un sabor más intenso y armonioso.
Utiliza un prosecco o un vino blanco seco de buena calidad para desglasar el arroz, esto dará una nota aromática más refinada al plato.
Variantes
Añade al risotto de fresas unos espárragos cortados en trozos y cocidos en su jugo, para una variante primaveral y colorida.
Si te gusta el sabor agridulce, adereza al final con un chorrito de vinagre balsámico de Módena para una agradable nota agridulce al plato.
