Pasos

• Primero cocinamos la calabaza. La cortamos por la mitad y la cocinamos en horno o en freidora de aire hasta que esté suave. Si elige cocinarla en el horno, tomará unos 50 minutos a 200°C, mientras que en la freidora de aire 40 minutos a 180°C. Una vez lista, tomamos la pulpa y la trituramos con una licuadora o un minipimer, hasta reducirla a puré. Mientras tanto, cortamos el provolone en cubitos.

  Vertemos el puré de calabaza en un bol y añadimos el huevo, el pan rallado, el queso parmesano, la sal y mezclamos, uniendo bien los ingredientes. Tomamos una cucharada de la mezcla y con las manos le damos forma redonda. Ponemos en el centro un trozo de provolone y cerramos formando una albóndiga, luego hacemos lo mismo con el resto de los ingredientes.

  En un plato vertemos el pan rallado al que añadimos el perejil finamente picado y una pizca de sal. Pasamos las albóndigas por el empanado y las transferimos directamente al cestillo de la freidora de aire o en una bandeja si las cocinarás en horno. Añadimos un chorro de aceite de oliva virgen extra en la superficie.

  

• Cocinamos en freidora de aire a 190°C durante 18 minutos, dándoles la vuelta en los últimos 5 minutos. O las cocinamos en horno caliente a 200°C durante 25 minutos. Alternativamente, podemos hacerlas en sartén con un poquito de aceite, hasta que se doren, o directamente freírlas en abundante aceite de semillas durante unos minutos.
  Servimos y disfrutamos de las albóndigas de calabaza. ¡Buen provecho!