La Bechamel es un pilar de la cocina clásica, reconocida como una de las cinco «salsas madre» de la gastronomía francesa, pero adoptada con gran éxito en Italia para enriquecer pastas al horno y verduras gratinadas. Esta salsa, a base de leche, mantequilla y harina, es la base ideal para hacer tus platos más suaves y envolventes.
Prepararla en casa es la mejor opción para asegurar una calidad superior y la ausencia de conservantes. Con esta receta, obtendrás una bechamel cremosa, lisa y sin grumos en solo 10 minutos totales. Te mostraremos la técnica del roux (el secreto de la densidad) y todos los pasos para manejarla de la mejor manera, ya sea que la quieras más líquida para lasañas o más densa para soufflés.
¡Descubre lo sencillo que es realizar esta salsa base fundamental!
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 5 Minutos
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 20 g Mantequilla
- 20 g Harina 00
- 200 ml Leche
- c.s. Sal
- c.s. Nuez moscada
Herramientas
- 1 Cazo
- 1 Cuchara de madera
Preparación de la Bechamel Casera
En una cacerola, preferiblemente de fondo grueso, derrite la mantequilla a fuego medio durante aproximadamente un minuto, de modo que el exceso de agua se evapore.
Añade la harina 00 y mezcla enérgicamente con un batidor para obtener una mezcla homogénea. Continúa mezclando hasta que el roux forme una ligera espuma blanca.
Una vez que el roux está listo, comienza a verter la leche (posiblemente caliente) poco a poco, mezclando continuamente para evitar la formación de grumos. Se recomienda usar leche caliente para un mejor y más rápido resultado.
Continúa mezclando y lleva la mezcla a ebullición a fuego medio-bajo, haciendo que la bechamel se espese.
Añade la sal y la nuez moscada rallada al gusto, continuando a mezclar para amalgamar bien los ingredientes.
Si deseas una bechamel más líquida, añade un poco más de leche, siempre poco a poco, hasta alcanzar la consistencia deseada.
Cocina la bechamel durante unos minutos, mezclando constantemente, hasta que alcance la densidad adecuada.
Una vez lista, retira del fuego y la bechamel está lista para ser utilizada para condimentar pasta, verduras o cualquier otro plato que requiera esta salsa base.
Conservación
La bechamel puede conservarse en la nevera en un recipiente hermético durante 2-3 días. Para evitar que se forme una película en la superficie, puedes cubrirla con film transparente en contacto directo con la salsa. Si la bechamel resulta demasiado densa después de enfriar, puedes añadir un poco de leche y mezclar para restablecer la consistencia cremosa.
Consejos
Para obtener una bechamel lisa y sin grumos, es importante añadir la leche caliente poco a poco, mezclando continuamente con un batidor. Otro truco para evitar grumos es tamizar la harina antes de usarla.
Notas
Si prefieres una bechamel más rica, puedes sustituir parte de la leche con nata, para una consistencia más suave y un sabor más decidido
FAQ – Bechamel casera
¿Puedo congelarla?
Mejor no, porque la consistencia podría alterarse una vez descongelada.
¿Cómo puedo hacer la bechamel más densa o más líquida?
La densidad depende de la relación entre roux (mantequilla + harina) y leche. Para una bechamel más densa (ej. para soufflés), utiliza una mayor cantidad de harina (ej. 25-30g). Para una más líquida (ej. para sopas o salsas ligeras), añade leche caliente, mezclando hasta obtener la consistencia deseada.
¿Puedo sustituir la mantequilla para una versión más ligera?
Sí, puedes sustituir la mantequilla con aceite de oliva virgen extra (bechamel al aceite) o con margarina vegetal. Sin embargo, la mantequilla ofrece el sabor y la consistencia más tradicional.
¿Por qué se forman los grumos y cómo se eliminan?
Los grumos se forman cuando la leche no se agrega de manera gradual o si la leche no está caliente. Para eliminarlos, retira la bechamel del fuego y bátela rápidamente con una batidora de mano o pásala por un colador de malla fina, para obtener una crema perfectamente lisa.
¿Cuál es el secreto para una bechamel realmente sin grumos?
El secreto es usar leche caliente y verterla en tres veces, no todo a la vez, mezclando vigorosamente y continuamente con un batidor después de cada adición. Asegúrate de que el roux (mantequilla y harina) esté bien amalgamado y caliente antes de comenzar.
La bechamel casera es una receta simple, rápida y sin conservantes, que te permitirá preparar platos sabrosos y genuinos. Gracias a su versatilidad, esta salsa puede ser utilizada en muchísimas preparaciones, desde lasañas a pasta gratinada, hasta tartas saladas y verduras al horno. Con pocos ingredientes y un poco de atención, tendrás una bechamel perfecta, de sabor rico y cremoso, lista para enriquecer cualquier plato. ¡Pruébala y no volverás a la comprada!

