El caldo de pollo es un gran clásico de la cocina casera, perfecto para preparar sopas, risottos o para acompañar tortellini y cappelletti. Es una receta sencilla pero rica en sabor, ideal también como remedio natural contra los males estacionales gracias a sus propiedades nutritivas y reconstituyentes.
Prepararlo en casa es realmente fácil y te permite obtener un caldo genuino y sin conservantes. Puedes optar por cocinarlo lentamente en la olla tradicional para un sabor más intenso o acelerar el proceso con la olla a presión. En ambos casos, obtendrás un caldo claro y fragante, listo para enriquecer tus platos favoritos.
¡Veamos juntos cómo prepararlo!
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 4Personas
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 1 tallo Apio
- 2 Zanahorias
- 1 Cebolla
- 2 Patatas (medianas)
- 1 Tomate
- 1 Pechuga de pollo
- Agua
- c.s. Sal
Procedimiento
Lava bien todas las verduras y déjalas enteras.
Limpia el pollo eliminando cualquier resto de grasa y, si utilizas muslos u otras partes, retira la piel. Para desengrasarlo mejor, puedes frotarlo con un poco de zumo de limón antes de enjuagarlo bajo el agua corriente.Pon en la olla a presión todas las verduras lavadas: apio, zanahorias, cebolla, patatas y tomate. Añade el pollo y ajusta de sal.
Vierte agua hasta cubrir bien los ingredientes, sin superar la mitad de la olla.
Cierra la tapa y cocina a fuego alto hasta que la válvula comience a silbar. En ese momento, baja el fuego y deja cocinar durante unos 30-35 minutos.
Finalizado el tiempo de cocción, retira la olla del fuego y deja que salga completamente el vapor antes de abrir la tapa.
Si prefieres la cocción tradicional, sigue el mismo procedimiento y deja cocer a fuego lento durante aproximadamente 2 horas, quitando la espuma de vez en cuando para eliminar posibles impurezas.
Una vez listo, filtra el caldo con un colador de malla fina para obtener un líquido claro y sin residuos.
Si deseas desengrasarlo aún más, deja enfriar el caldo en el frigorífico durante unas horas y retira la capa de grasa que se formará en la superficie.
Cómo hacer el caldo de pollo aún más bajo en carbohidratos
El caldo de pollo se puede conservar de 2 a 3 días en el frigorífico o congelar hasta por un máximo de 4 meses.
Si quieres reducir aún más los carbohidratos en el caldo de pollo, puedes limitar el uso de zanahorias o evitar completamente patatas y legumbres, que podrían añadirse en algunas variantes de caldo.
Consejos y variantes
Caldo más rico: Añade otras partes del pollo como alas, muslos u huesos para obtener un sabor más intenso.
Caldo más ligero: Reduce la cantidad de patatas o elimínalas por completo para una versión más ligera.
Aromas extra: Puedes enriquecer el caldo con laurel, perejil o clavos de olor para un sabor más profundo.
FAQ – Caldo de pollo
¿Cuánto tiempo se conserva el caldo de pollo?
Puedes conservarlo en el frigorífico durante 2-3 días en un recipiente cerrado herméticamente. Alternativamente, puedes congelarlo por hasta 4 meses en porciones individuales.
¿Cómo hacer el caldo más sabroso?
Para un caldo más sabroso, usa partes del pollo con huesos, como muslos o alas. Los huesos liberan colágeno, haciendo el caldo más espeso.
¿Puedo usar el caldo para otras preparaciones?
¡Absolutamente sí! Es perfecto para risottos, sopas, sopitas y salsas.
¿Puedo reutilizar las verduras y el pollo después de la cocción?
¡Sí! Las verduras pueden ser trituradas para una crema, mientras que la carne de pollo puede ser utilizada para ensaladas, albóndigas o salsas para pasta.

