Si te gusta llevar a la mesa algo diferente del pan habitual, estas galletas saladas al azafrán son una pequeña bomba de aroma y crujiente. Son perfectas para acompañar pescado, salsas cremosas, aperitivos o simplemente para picar solas cuando te apetece un snack casero.
Las descubrí gracias a la receta de Giovanni Gandino publicada en Alice Cucina, y te lo digo: una vez que las pruebes, las harás sin pensarlo dos veces. El azafrán les da ese color dorado y un aroma elegante que conquista de inmediato.
- Dificultad: Fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 1 Hora 10 Minutos
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Métodos de Cocción: Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 1 kg harina (180 w)
- 500 ml leche
- 3 sobres azafrán
- 15 g levadura fresca
- 50 g mantequilla (blanda como pomada)
- 20 g sal
Herramientas
- 1 Bol
- Bandejas
- 1 Rodillo
- 1 Cortador dentado
- Film transparente para alimentos
Pasos
Calienta un poco un vasito de leche y disuelve el azafrán en él. (La cantidad puede variar según la calidad de los sobres.)
Coloca la harina, desmenuza la levadura en la leche fría, comienza a amasar y añade la leche con el azafrán.
Cuando la harina empiece a absorber los líquidos, añade la mantequilla blanda y amasa hasta que desaparezca por completo.
Por último añade la sal.
Debes obtener una masa lisa, seca y elástica.
Forma un panecillo, cúbrelo con film transparente y deja reposar unos 30 minutos.Extiende la masa delgada (aproximadamente 1 mm).
Transfiérela a una bandeja con papel de horno y corta en cuadrados o rectángulos con un cortador.
Incluso irregulares están perfectos: de hecho, parecen aún más artesanales y atractivos!
Deja reposar otros 40 minutos, cubiertos con film transparente.Hornea a 160°C con ventilador durante 20 minutos, hasta que estén dorados.
Déjalos enfriar completamente para lograr la crujiente perfecta.
Conservación
En caja hermética: se mantienen crujientes por 5-7 días.
Bolsa de papel: duran un poco menos, pero siguen siendo fragantes.
Congelación: puedes congelar la masa ya porcionada. Cuando la necesites, descongélala en la nevera durante una noche y procede normalmente.
No congelar las galletas saladas ya cocidas: perderían su crujiente.
Notas
El azafrán varía mucho según la calidad: si el tuyo es suave, considera añadir un sobre más o disolverlo mejor en leche caliente.
La masa debe ser lisa y seca: si la sientes demasiado blanda, añade un poco de harina; si está dura, un toque de leche.
No te preocupes si las galletas no son todas iguales: el efecto “artesanal” es parte de su encanto.
Variaciones
Aromáticas: añade romero, tomillo o hierbas mixtas directamente en la masa.
Picantes: un toque de pimentón picante o guindilla les da carácter.
Integrales: sustituye el 50% de la harina por harina integral para un sabor más rústico.
Super crujientes: extiende la masa aún más delgada, casi transparente.
Sin lactosa: sustituye la leche por leche sin lactosa o bebida vegetal y usa mantequilla sin lactosa.
FAQ – Galletas saladas al azafrán
¿Puedo preparar la masa el día anterior?
Sí, envuelve la masa en film transparente y guárdala en la nevera; sácala 30-40 minutos antes de extenderla.
¿Se pueden congelar las galletas saladas crudas?
Sí, la masa extendida y cortada se congela en una bandeja; luego hornea desde congeladas aumentando 2-3 min.
Pocos ingredientes, tres pasos claros y un resultado de chef: estas galletas saladas al azafrán son la idea inteligente para hacer especial cualquier aperitivo. Hazlas finas, déjalas enfriar bien y disfrútalas con quesos, salsas o simplemente para picar.

