A primera vista puede parecer un plato simple, pero basta un bocado para entender que es algo especial. Cremosa, envolvente y perfumada, esta pasta conquista de inmediato al primer bocado. Perfecta para quienes aman los platos genuinos pero llenos de carácter, es ese tipo de receta que pone de acuerdo a todos: grandes y pequeños, quienes buscan confort y quienes quieren un sabor decidido.
Prepárate para sorprender al paladar con un equilibrio de sabores que no te esperas: cada bocado es un pequeño placer, y cada aroma cuenta algo único.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 320 g pasta (corta tipo penne o fusilli ..)
- 160 g speck
- 200 ml nata para cocinar
- q.b. aceite de oliva virgen extra
- q.b. pimienta negra
Herramientas
- 1 Olla
- 1 Sartén
- 1 Cuchara de madera
- 1 Cuchillo
- 1 Colador
Pasos
Comienza cortando la cebolla finamente. Ponla en la sartén con un chorrito de aceite y sofríela suavemente a fuego muy bajo, así se vuelve tierna y aromática.
Luego añade el speck cortado en tiras con las tijeras: así es más cómodo y rápido de manejar. Déjalo dorar lentamente, removiendo de vez en cuando. Cuando esté listo, apaga el fuego y resérvalo, será la base de tu crema.
Sofreír lentamente cebolla y speck resalta todos los sabores sin quemarlos.
No subas demasiado el fuego, de lo contrario la cebolla se vuelve amarga y el speck duro.
Lleva a ebullición abundante agua con sal y pon la pasta. Usa el método pasivo: cubre con la tapa y deja cocinar por el tiempo indicado en el paquete. Cuando esté lista, escúrrela.
Retoma la sartén con speck y cebolla, vierte la nata y enciende el fuego bajo. Remueve delicadamente para evitar que la nata se coagule rápidamente.
Añade la pasta escurrida y mézclala en la crema, salteándola suavemente hasta obtener la consistencia cremosa adecuada. Si se seca, pon un poco de agua de cocción de la pasta.
Añade una pizca de pimienta negra y mezcla nuevamente.
No hace falta parmesano: el speck ya es salado y mantiene el plato equilibrado.
Fuego demasiado alto hace que la nata se separe y pierda la cremosidad.
Lleva la pasta a los platos calientes y, si quieres, añade un poco más de pimienta por encima. Verás: cremosa, perfumada y con el sabor decidido del speck que se casa a la perfección con la dulzura de la cebolla.
Consejos y variantes
Si quieres un sabor más delicado, sustituye el speck por jamón cocido.
Es perfecta para un almuerzo o cena simple pero sorprendente.
FAQ – Pasta nata cebolla y speck
¿Puedo preparar la pasta con anticipación?
Sí, pero guarda la pasta sin nata. Añade el condimento solo en el último momento para mantener la cremosidad.
¿Puedo usar nata vegetal?
Sí, funciona bien también con nata vegetal, pero el sabor será ligeramente diferente.
¿El speck puede ser sustituido por otro embutido?
Sí, panceta o jamón serrano funcionan, ajustando el tiempo de dorado.

Esta pasta cremosa con speck y cebolla es sencilla de preparar, pero increíblemente sabrosa. Perfecta para una cena que conquista a todos. Pruébala y diviértete personalizándola: a veces basta atreverse a hacer un pequeño cambio para descubrir un nuevo plato favorito!

