Pasos

• Comenzamos la preparación del Danubio dulce muy esponjoso tamizando las dos harinas, añadiendo la bolsita de levadura de cerveza deshidratada. Un sobre es suficiente para unos 500 g de harina. Considerad luego que la Manitoba que he utilizado tiene una fuerza de W 400, por lo que una bolsita es más que suficiente. Si no encontráis fácilmente esta harina, podéis preparar el Danubio usando toda harina 00. El resultado será siempre delicioso y súper esponjoso. Como os indiqué en la lista de ingredientes, si no tenéis la levadura deshidratada podéis optar por la más clásica levadura de cerveza fresca, necesitaréis solo 10 g. Obviamente en este caso debéis disolverla en la leche apenas entibiada y luego seguir todos los demás pasos de la receta del Danubio dulce con mermelada.

  Vertemos las harinas tamizadas con la levadura en el bol de la batidora. Añadimos el azúcar y ponemos en marcha la máquina a velocidad lenta. Vertemos a hilo la leche primero, reservando un par de cucharadas que nos servirán después para pincelar la superficie del dulce, y luego el aceite de semillas. Dejamos trabajar por unos minutos, luego añadimos el frasquito de vainilla y la pizca de sal. Ahora la batidora hará su trabajo, es decir, amasar bien nuestra masa. Más o menos unos cinco minutos de trabajo siempre a baja velocidad.

  Ahora es el momento del primer descanso de leudado. Desacoplamos el gancho de la batidora, con una cuchara lo limpiamos y con la misma formamos una bola con la masa. Cubrimos el bol con un paño de cocina humedecido y lo colocamos en el horno con la luz encendida. El primer leudado duplicará el volumen de nuestra masa de Danubio. El tiempo es de unas 2 horas. Si no tenéis prisa y podéis dejarlo leudar más, esperad tranquilamente 3. Luego proceded según sigue la receta.

  

• Sacamos el bol del horno. Extendemos un mantel sobre la mesa y colocamos el tablero. Espolvoreadlo con harina. Ahora con un cuchillo cortamos pequeñas bolas de unos 40 – 50 g de masa, ayudándonos con la balanza. Con el rodillo extendemos los discos. Colocamos en el centro de cada disco una cucharadita abundante de mermelada o de crema de avellanas (alias Nutella) o de crema de pistacho o pastelera. Elegid vosotros, en resumen. Engrasamos el fondo del molde en forma de Árbol de Navidad con el pincel de cocina con un hilo de aceite de semillas. Y procedemos a cerrar las bolas de Danubio dulce. Con los dedos enrollamos los bordes y los pellizcamos en el centro para cerrar bien la bola. Ejercitad una ligera presión y luego enrolladlas con el clásico gesto de «albóndiga» o «bola de nieve»

  Poco a poco colocamos las bolas en el molde, no muy pegadas entre sí porque luego dejaremos leudar otra hora nuestra masa. Por eso dejad espacio para el leudado. Una vez terminadas las bolas, colocamos nuestro Árbol de Navidad en el horno, siempre con la luz encendida, a reposar otra hora. Pasado este tiempo, siempre con la ayuda del pincel para alimentos, mojamos la superficie del Danubio dulce casero y espolvoreamos con azúcar moreno y azúcar granulado. Así estamos listos para encender el horno para cocer nuestro dulce navideño.

  

• Llevamos el horno a modo estático a 180 grados. En mi caso el horno es muy viejo, basta con 170 grados y una cocción de unos 30 minutos. Cada uno conoce su horno y sus defectos, por eso indicativamente os puedo decir 180 grados con un tiempo de cocción de 35 minutos. Pero soy la primera en deciros que no siempre los tiempos y los grados son los mismos para todos. En mi caso, todo se cocinaría demasiado si mantuviera esta cocción. Por eso, intentad bajar también vosotros los grados si vuestro horno hace las mismas travesuras que el mío. Dicho esto, procedamos con la cocción de nuestro dulce.

  Una vez terminado, podréis elegir si espolvorearlo con azúcar glas o no. Yo preferí no hacerlo porque no soy muy fan del azúcar glas. En este punto, no me queda más que recordaros que os espero en la próxima receta y desearos buen provecho!