Preparación

• Precalentar el horno a 160 °C. 
  Engrasar (pero NO enharinar) un molde redondo de 23 cm de diámetro (máx. 25 cm) y unos 6 cm de altura, y colocar en el fondo un círculo de papel de horno recortado del mismo tamaño que el fondo del molde.

  

• Batir en el cuenco de la amasadora (o con una batidora eléctrica) los huevos con un tercio del azúcar (100 g de los 300 g totales) hasta que el volumen se cuadruplique: tomará unos 15 minutos.

• Mientras tanto, derretir el chocolate y la mantequilla en una cacerola al baño maría (el agua no debe tocar la base del cuenco y NO debe hervir) retirarlo del fuego antes de que el chocolate esté completamente fundido y continuar derritiendo todo fuera del fuego.

• Calentar el azúcar restante (200 g) con 125 ml de agua en una cacerola, hasta que el azúcar se haya disuelto completamente en un jarabe (unos 5 minutos desde que empieza a hervir), mezclando de vez en cuando, debe llegar a unos 117 °C. Verter delicadamente el jarabe en el chocolate fundido, mezclando.

• Reducir la velocidad de la amasadora y agregar lentamente la mezcla caliente (pero no hirviendo) de chocolate y jarabe, a los huevos, la pizca de sal y la vainilla. Subir la velocidad a media y seguir batiendo hasta que la mezcla esté bien incorporada (no más de 20 segundos). No os preocupéis si la mezcla pierde su volumen inicial.

• Verter la masa en el molde engrasado y colocar el molde en otra bandeja llena a dos tercios de agua HIRVIENDO (como para un baño maría) que pueda contener el molde bien (también podéis colocar un paño alrededor de la bandeja para evitar que el molde se mueva).
  Tened cuidado de que no entre el agua del baño maría en la masa.
  Si veis que al cocinar la superficie tiende a formar una costra, cubridla con un papel de aluminio.
   

  

• Cocinar la tarta de chocolate en el horno precalentado, bajando a 120-130°C (debe tener una cocción lenta) durante 1 hora – 1 hora y 15 minutos aproximadamente (pero depende de vuestro horno) o hasta que la tarta no esté temblorosa en la superficie, se despegue de los bordes, como en la foto anterior, y al insertar un palillo salga completamente seco

  

• Quitar el molde del agua y dejar enfriar bien la tarta antes de desmoldarla para que termine de solidificarse mejor (NO guardar en el frigorífico).
  Desmoldar la tarta volteándola, y dejarla volteada.
  Queriendo, podéis espolvorear la superficie con cacao amargo en polvo.

  

• Servid esta maravillosa y chocolatatosa tarta, acompañada de crème fraîche (nata agria) o nata semi-montada.
   

  

• Si os encantan los dulces de chocolate, no os perdáis mi delicioso «Banana Bread de doble chocolate«.