Preparar dulces buenos, aromáticos y al mismo tiempo ligeros no es una utopía: las galletas sin azúcar son la demostración perfecta. Se trata de una variante de la clásica masa quebrada que renuncia al azúcar tradicional a favor del maltitol, un edulcorante natural que permite obtener el mismo sabor agradable pero con una ventaja más: el bajo índice glucémico.
En los últimos años, cada vez más personas eligen reducir o eliminar el azúcar refinado de su alimentación. Esto no significa tener que renunciar al placer de una galleta crujiente, sino simplemente encontrar alternativas más equilibradas. El maltitol, de hecho, es un sustituto del azúcar que se utiliza con gran facilidad en la cocina y permite preparar galletas sin azúcar adecuadas para quienes desean mantener estable la glucemia o quienes buscan una receta ligera pero sabrosa.
Estas galletas tienen un sabor delicado gracias a la vainilla, que las hace perfectas para mojar en leche o té, pero también para disfrutarlas solas como dulce al final de una comida. La consistencia es la típica de la masa quebrada: crujiente al morder y quebradiza, tal como se espera de una galleta casera. La diferencia principal está en la ligereza, ya que el bajo índice glucémico del maltitol ayuda a evitar picos de azúcar en sangre y a prolongar la sensación de saciedad.
Otro punto a favor es la simplicidad de la receta: pocos ingredientes, pasos rápidos y un resultado que conquista a grandes y pequeños. Las galletas sin azúcar no son solo una elección saludable, sino también un auténtico mimo que lleva a la mesa el aroma de los dulces caseros, combinando sabor y bienestar.
Prepáralas y descubrirás que renunciar al azúcar no significa renunciar al placer.

Acabo de empezar a preparar recetas sin azúcar tradicional, pero aquí en el blog hay algunas recetas para el desayuno en las que se puede sustituir fácilmente el azúcar por eritritol o maltitol.