Los struffoli al horno y fritos son las dos versiones diferentes en las que hoy se puede encontrar este delicioso postre, típico de la cocina napolitana durante el periodo navideño y tradicionalmente frito.
Sin embargo, parece que los struffoli no fueron inventados en Nápoles, sino que fueron importados allí por los griegos en tiempos de la Magna Grecia, o por los españoles durante su largo periodo de virreinato en este lugar.
Como prueba de lo dicho, se puede notar cómo todavía hoy tanto en Grecia como en España se preparan dulces muy similares a los struffoli.
En el primer caso, encontramos los «loukoumades» (delicias), que no son más que bolitas de masa neutra que en la versión dulce se sirven cubiertas de jarabe, canela, sésamo o nueces picadas.
En la cocina andaluza, un dulce muy similar es el «piñonate», en el que las bolitas de masa difieren de los struffoli napolitanos únicamente por tener una forma más alargada.
Los struffoli se presentan como muchas pequeñas bolitas de masa unidas por miel, con la adición de frutas confitadas y bolitas de colores. Al dulce obtenido, generalmente se le da una forma de rosca, o de cono, o como más se prefiera, dependiendo también de los usos específicos de las distintas familias que todavía mantienen viva la tradición de prepararlos.
Tienen un aspecto muy vistoso y atractivo y, si no se quiere optar por la clásica versión frita, hoy en día también se ha difundido mucho la variante al horno, que ciertamente en cuanto a sabor y belleza no será inferior a la original.
Yo misma no sabría elegir cuál de los dos tipos es el que prefiero.
Con motivo de fiestas o cenas con amigos durante el periodo navideño, dedicar un poco de tiempo y espacio a los struffoli preparados en casa será una elección ganadora y ciertamente nunca obvia.
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- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 10
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 400 g harina 00
- 60 g azúcar
- 3 huevos (grandes)
- 50 g mantequilla
- 2 cucharadas licor de anís (o limoncello)
- cáscara de limón (de un limón rallada)
- 1/2 cucharadita levadura en polvo
- 1/2 sobrecito vainillina
- 1 pizca sal
- 200 g miel (millefiori)
- 80 g frutas confitadas (naranja y cidra)
- 60 g cereza confitada (roja)
- c.s. azúcares (de colores diablillo)
- c.s. aceite de girasol (o de cacahuete para freír)
Herramientas
- Rallador de limón
- Batidoras eléctricas con gancho para masas pesadas
- Tabla para amasar
- 1 Rasqueta
- Bandejas de horno
- 1 Cazo 20 cm
- Espumadera
- 1 Termómetro de cocina
Pasos
Para preparar los struffoli al horno y fritos, comienza por derretir la mantequilla a fuego muy bajo y luego déjala entibiar.
En un bol, mezcla la harina, el azúcar, la vainillina, la levadura tamizada y la cáscara de limón rallada.
Añade luego los huevos comenzando a trabajar con las batidoras eléctricas con los ganchos para masas duras o en la amasadora.
Vierte poco a poco la mantequilla derretida, el licor y la sal.
Una vez que tengas un bloque de masa firme y homogéneo, espolvoréalo ligeramente con harina y déjalo reposar durante aproximadamente media hora cubierto y a temperatura ambiente.
Tras pasado ese tiempo, transfiere la masa a la tabla para amasar y con la rasqueta corta un trozo de masa del bloque.
Haz un pequeño cilindro delgado que luego cortarás en pequeños trozos.
Dale vueltas a cada trozo entre las palmas de tus manos para formar muchas pequeñas bolitas (para el vídeo haz clic aquí).
Usa muy poca harina, solo la necesaria para que no se peguen.
Coloca las bolitas de masa en bandejas cubiertas con papel de horno.
Para la variante al horno, coloca la bandeja en el horno durante unos 10 minutos a 180 grados en la parte central del horno estático.
Luego enciende solo el grill y sin mover la bandeja, déjalos unos minutos más en el horno hasta que estén dorados.
Para la variante frita, calienta abundante aceite de girasol o de cacahuete en un cazo alto de unos 20 cm de diámetro.
Es preferible medir la temperatura del aceite con un termómetro específico (temperatura ideal 165 grados) o, en cualquier caso, asegurarse de que esté listo para freír sumergiendo el extremo del mango de una cuchara de madera. Cuando se formen burbujas a su alrededor, podemos comenzar a cocinar nuestros dulces.
Fríe pocos struffoli a la vez manteniendo la llama moderada y dándoles vueltas con una espumadera.
Bastará con unos minutos y estarán listos.
Sácalos del aceite con la espumadera y colócalos en un plato cubierto con papel absorbente.
Para freír la mitad de la cantidad de bolitas de masa indicada en la receta no es necesario cambiar el aceite, si decides freír la cantidad completa será mejor cambiarlo.
Cuando todos los struffoli estén listos, prepara la miel.
En una olla amplia, derrite toda la cantidad de miel prevista removiendo con frecuencia.
Apaga el fuego y añade las frutas confitadas: cidra, naranja y cerezas cortadas por la mitad.
Vierte la mitad sobre los struffoli horneados colocados en un bol, añade el diablillo y revuelve.
En la otra mitad de miel y frutas confitadas, añade los struffoli fritos y revuelve después de añadir también aquí el diablillo.
Coloca cada tipo de struffoli en un plato de servir diferente dándoles una forma de cono antes de que la miel vuelva a solidificarse.
Decora a tu gusto con más cerezas confitadas y diablillo.
Los struffoli al horno y fritos están así listos.
Debajo de una campana de vidrio, a temperatura ambiente, por aproximadamente una semana.
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