La crema de mascarpone es un postre de cuchara fácil de preparar y delicioso, perfecto para el tiramisú o para acompañar pandoro y panettone. Tiene una consistencia cremosa y un sabor tan delicado que representa una base perfecta para la realización de muchos postres además de los ya mencionados. De hecho, podemos usarla para rellenar tartas a base de bizcocho, tartas o galletas. Con su sabor es además perfecta también servida como postre de cuchara acompañada con fruta o galletas secas como bizcochos de soletilla o lenguas de gato.
Una de las cosas que a menudo preocupa al preparar la crema de mascarpone es la presencia de huevos crudos, ya que la receta original prevé el uso de huevos sin cocción. En nuestra receta, los huevos se pasteurizan con un jarabe de agua y azúcar, una técnica de pastelería que se llama pâte à bombe. En cualquier caso, recomendamos utilizar huevos pasteurizados para este tipo de preparación.
La preparación de la crema de mascarpone es muy sencilla: realizamos un jarabe de agua y azúcar, y cuando alcanza la temperatura de 121°, vertemos la mitad sobre las yemas batidas con las varillas eléctricas y la otra mitad sobre las claras, obteniendo un merengue bien montado. Unimos primero el mascarpone a las yemas y mezclamos de nuevo con las varillas eléctricas, luego las claras montadas a punto de nieve y mezclamos con una espátula de abajo hacia arriba.
La crema de mascarpone ya está buenísima así, pero también podemos aromatizarla con limoncello o licor de naranja para una crema de sabor cítrico, con café para una crema que recuerda el sabor típico del tiramisú, con Nutella o crema de pistacho para los más golosos. Con el pandoro y el panettone es un imprescindible de las fiestas, y luego podéis utilizarla para preparar muchos otros postres. Pruébala y cuéntanos qué te parece.

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