La Focaccia sin amasado es una focaccia suave y sabrosa facilísima de preparar en casa usando solo un bol y una cuchara. Después del pan sin amasado y la pizza sin amasado hoy os damos nuestra receta de la focaccia sin amasado, muy sencilla de realizar porque no se necesitan equipos especiales, y es de una suavidad única porque la masa que preparamos está muy hidratada. Y además usamos muy poca levadura y aprovechamos la fermentación en la nevera. De este modo, obtendremos una focaccia muy digerible con el mínimo esfuerzo. Si luego queremos obtener una focaccia buenísima el mismo día, bastará simplemente aumentar la cantidad de levadura y dejarla fermentar a temperatura ambiente el tiempo necesario para que doble su volumen.
La preparación es sencillísima y prevé un mínimo de ingredientes: unimos en un bol la harina con la levadura disuelta en el agua y añadimos el azúcar o una cucharadita de miel. Amasamos con una cuchara y añadimos primero el aceite y luego por último la sal. Obtendremos una masa blanda y pegajosa. Dejamos reposar la masa durante 5 minutos, luego realizamos un primer giro de pliegues en el bol doblando un lado de la masa sobre sí misma, luego giramos el bol un cuarto y repetimos esta operación en otro lado de la masa y girando siempre el bol un cuarto doblamos otro lado de la masa sobre sí misma. Realizamos este giro de pliegues otras dos veces con una distancia de 20 minutos entre cada uno. Luego vertemos la masa en un bol aceitado, la cubrimos con film transparente y la colocamos en la nevera durante al menos 10-12 horas o una noche. Al día siguiente la llevamos a temperatura ambiente durante al menos una-dos horas, luego la vertemos en una bandeja bien engrasada o cubierta con papel para hornear y dejamos que fermente una hora más hasta que la masa haya cubierto toda la superficie de la bandeja. Vertemos abundante aceite sobre la masa de la focaccia y la presionamos con los dedos untados de aceite para crear los clásicos agujeros de la focaccia. Espolvoreamos con hojas de tomillo y sal y horneamos a 230 grados durante unos 25-30 minutos.
Esta focaccia ya es buenísima así de simple, pero podemos enriquecerla con otros ingredientes, por ejemplo, podemos decorarla con tomates cherry, aceitunas, rodajas de cebolla o de patatas, o cortarla por la mitad y rellenarla como si fuera un sándwich, o incluso condimentarla después de la cocción con nuestras salsas preferidas y con verduras frescas y quesos. Hay tantos modos de disfrutar esta focaccia, y es tan fácil prepararla que seguramente la haréis y repetiréis muchas veces. ¡Probadla!
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Descubre también:
- Dificultad: Fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 12 Horas
- Tiempo de preparación: 5 Minutos
- Porciones: 16
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
- Energía 156,82 (Kcal)
- Carbohidratos 26,51 (g) de los cuales azúcares 0,99 (g)
- Proteínas 4,37 (g)
- Grasa 4,45 (g) de los cuales saturados 0,65 (g)de los cuales insaturados 0,30 (g)
- Fibras 1,26 (g)
- Sodio 362,62 (mg)
Valores indicativos para una ración de 62 g procesada de forma automatizada a partir de la información nutricional disponible en las bases de datos CREA* y FoodData Central**. No se trata de consejos alimentarios y/o nutricionales.
* CREATES Centro de Investigación sobre Alimentación y Nutrición: https://www.crea.gov.it/alimenti-e-nutrizione https://www.alimentinutrizione.it ** Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio de Investigación Agrícola. FoodData Central, 2019. https://fdc.nal.usda.gov
Ingredientes para preparar la Focaccia sin amasado de alta hidratación
- 600 g harina 0
- 530 g agua
- 1 g levadura de cerveza seca (o 4 g de levadura de cerveza fresca)
- 1 cucharadita azúcar
- 10 g sal
- 20 g aceite de oliva virgen extra
- aceite de oliva virgen extra
- tomillo
- sal
Herramientas para preparar la Focaccia sin amasado de alta hidratación
- 1 Bol
- 1 Cuchara
- 1 Nevera
- 1 Bandeja
- Papel para hornear
- 1 Horno
Pasos para preparar la Focaccia sin amasado de alta hidratación
Prepara la focaccia sin amasado vertiendo en un bol grande la harina para pan, la levadura disuelta en el agua tibia y el azúcar. Amasa con una cuchara hasta obtener una masa pegajosa y húmeda, lo cual será normal debido a la gran hidratación de la masa. Añade también el aceite de oliva y continua mezclando. Por último, añade la sal e incorpórala siempre mezclando en la masa.
Cubre el bol con un paño y deja reposar durante 5 minutos.
Luego ejecuta una serie de pliegues en la masa. Para hacer esto puedes usar tanto la cuchara como las manos húmedas. Toma un trozo de masa, estírala y dóblala sobre sí misma. Gira el bol 90° y repite esta operación, siempre tomando un trozo de masa y doblándolo sobre sí mismo o hacia nosotros. Gira de nuevo el bol un cuarto y toma un trozo de masa doblándolo sobre sí mismo. Realiza estos pliegues al menos otras dos veces con una distancia de 20 minutos entre cada uno. Se trata de un paso fundamental que permitirá dar estructura a la malla de gluten y así obtener una focaccia alta y bien alveolada.
Unta con aceite un bol y vierte en él la masa para que no se adhiera a las paredes del bol. Cúbrela con film transparente o una tapa, luego colócala en el frigorífico durante la noche o por alrededor de 10-12 horas.
Saca la masa de la nevera y déjala a temperatura ambiente durante aproximadamente una-dos horas.
Unta con aceite una bandeja de horno antiadherente de 20 x 30 cm. Vierte la masa fermentada en la bandeja y haz un giro de pliegues. Deja fermentar la masa en el horno apagado y con solo la luz encendida durante al menos una-dos horas o incluso hasta 4 horas. De este modo, la masa fermentará nuevamente cubriendo toda la superficie de la bandeja.
Vierte el aceite sobre la superficie de la masa.
Presiona con los dedos la masa formando las clásicas cavidades de la focaccia. Notarás que se formarán burbujas en la masa.
Espolvorea con hojas de tomillo y sal.
Transfiere inmediatamente al horno precalentado a 230 grados y cocina durante 25-30 minutos, o hasta que la focaccia quede dorada en la superficie.
Retira del horno y deja reposar durante 5 minutos,
Deja enfriar la focaccia sin amasado y luego córtala en cuadritos con un cuchillo de pan.
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Conserva la focaccia a temperatura ambiente hasta dos días bien cerrada en una bolsa para el pan. También puedes congelarla.
Utilizando una dosis mayor de levadura puedes preparar la focaccia en el día evitando el reposo en la nevera. En tal caso puedes usar también 15 gramos de levadura de cerveza o un sobre de levadura de cerveza seca. En este caso, la masa fermentará en poco más de dos horas.
La masa se puede dejar en la nevera hasta 24 horas y hasta un máximo de dos días
La cantidad de agua es correcta precisamente porque se trata de una focaccia de alta hidratación que manejaremos con una cuchara y no con las manos.
Es importante usar una bandeja antiadherente para que la focaccia no se adhiera al fondo, por lo que deberás untarla bien con aceite por el mismo motivo. Si temes que se pueda adherir, puedes usar un papel de hornear.
Para una focaccia más fina y crujiente bastará con dividir la masa en dos bandejas más pequeñas.
