La salsa holandesa es una preparación básica de la cocina francesa, muy delicada y cremosa, perfecta para acompañar platos de pescado, carne, huevos y verduras. Esta salsa, que se prepara con yemas de huevo, probablemente está emparentada con la mayonesa por el ingrediente principal que tienen en común, pero se diferencia tanto por el tipo de preparación como por el uso de mantequilla. De hecho, a diferencia de la mayonesa que se prepara lejos de los fogones, la salsa holandesa se prepara mediante cocción al baño maría. Además, mientras que a la mayonesa normalmente le añadimos aceite de semillas, otro ingrediente fundamental de la salsa holandesa es la mantequilla preferiblemente clarificada. Así nace una salsa mantecosa y cremosa pero también de sabor ligeramente ácido gracias a la adición de jugo de limón, una salsa que es perfecta para enriquecer e embellecer muchos segundos platos.
La preparación es muy sencilla: vertemos las yemas en un cazo al baño maría y mezclando con el batidor añadimos el jugo de limón, la pimienta y la mantequilla clarificada en hilo. Continuamos mezclando durante unos 5 minutos hasta obtener una salsa clara, espumosa y densa.
¿Cómo utilizar la salsa holandesa? Seguramente es ideal para acompañar segundos platos de carne o de pescado, es excelente también para rellenar panecillos y sandwiches, y es perfecta para acompañar huevos y verduras a la parrilla o hervidas, en particular los espárragos que desde siempre se combinan a la perfección con los huevos y que con esta salsa son perfectos. ¡No te queda más que probar la salsa holandesa!
Descubre también:

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 5 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Baño maría
- Cocina: Francesa
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para preparar la Salsa holandesa
- 100 g mantequilla
- 2 yemas (o 3 si los huevos son medianos)
- 20 g jugo de limón
- pimienta blanca (o pimienta negra)
- sal
Herramientas para preparar la Salsa holandesa
- 2 Cacerolas
- 1 Batidor manual
- 1 Fogón
Pasos para preparar la Salsa holandesa
Prepara la salsa holandesa colocando en primer lugar la mantequilla en un cazo y dejándola derretir. Durante la cocción elimina la espuma de la superficie. Déjala reposar hasta que se enfríe un poco, luego fíltrela.
A continuación, ponemos al fuego una olla más grande con agua y encima colocamos una cacerola más pequeña para la cocción al baño maría. Ten cuidado de que el agua no toque el fondo de la cacerola más pequeña y que no llegue a hervir porque de lo contrario la salsa podría cortarse.
Vertemos las yemas en la cacerola y empezamos a mezclar con un batidor.Continuando mezclando con un batidor añadimos el jugo de limón, la pimienta y finalmente la mantequilla clarificada en hilo. Poco a poco la salsa se volverá cada vez más clara y cremosa pero ligeramente más densa.
Se necesitarán unos 5-6 minutos de cocción para obtener una excelente salsa holandesa.
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Es preferible consumirla en el momento, o como máximo conservarla en el frigorífico por un día y luego recalentarla nuevamente cocinándola al baño maría.
En diferentes versiones de esta salsa se añade chalote, o alternativamente cebollino.
Si la salsa se ha vuelto demasiado densa, podemos añadir algunas gotas de agua caliente para alcanzar la consistencia adecuada.
FAQ (Preguntas y Respuestas)
¿Por qué se llama salsa holandesa?
Aunque el nombre podría hacer pensar que su origen es atribuible a la cocina de los Países Bajos, en realidad la salsa holandesa es una de las salsas madre junto con la bechamel, la salsa velouté, la salsa española y la salsa de tomate de la cocina francesa. Al parecer debe su nombre a que fue preparada por primera vez para un almuerzo con motivo de la visita oficial del soberano holandés en Francia.