Las galletas saladas son un tipo de galleta salada, muy fina y seca, ideales como snack para calmar el hambre y muy prácticas para llevar a la escuela o al trabajo para meriendas saludables y ligeras.
Preparar las galletas saladas en casa es sencillo y el resultado final te dejará sin palabras. Tendrás estas deliciosas láminas saladas en la despensa con las que podrás preparar excelentes aperitivos y entrantes aptos también para la cocina vegana.
Comencé con mi receta de grissini con reciclaje de masa madre y con pequeñas variantes he realizado estas excelentes galletas saladas mucho más fáciles de llevar conmigo al trabajo porque su clásica forma plana con agujeros permite que no se inflen demasiado en la cocción, haciéndolas más resistentes pero todavía crujientes.
Para quien no utiliza masa madre, no os preocupéis, no tenéis que renunciar a probar la receta. Basta con eliminar la cantidad prevista para la masa madre, sustituirla por 4g de levadura fresca de panadero y agregar a los demás ingredientes 200g de harina y 100g de agua.
El procedimiento para quienes utilizan masa madre y levadura de panadero es el mismo. Es una receta muy práctica porque puedes usar masa madre refrescada los días anteriores; la mía la había refrescado el día anterior.
La cocción es muy rápida y no debe superar los 12 minutos a 200°, de todas formas controla la cocción y, si es necesario, invierte la dirección de la bandeja ya que no deben inflarse demasiado y cuando estén dorados en la superficie, sacar del horno.
Antes de hornear está previsto pintar las galletas saladas con una emulsión de aceite y poca agua, espolvoreándoles luego con sal en la superficie, pero si tenéis problemas con el uso de demasiada sal, podéis evitar ponerla en la superficie ya que la receta ya la incluye en la masa.
Esta receta se convertirá en una de mis constantes porque amamos los snacks salados, y de paso os recuerdo también
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 6 Horas
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Tiempo de cocción: 12 Minutos
- Porciones: 50 galletas
- Cocina: Italiana
- Energía 64,58 (Kcal)
- Carbohidratos 8,51 (g) de los cuales azúcares 0,14 (g)
- Proteínas 1,31 (g)
- Grasa 3,00 (g) de los cuales saturados 0,41 (g)de los cuales insaturados 1,99 (g)
- Fibras 0,18 (g)
- Sodio 136,73 (mg)
Valores indicativos para una ración de 20 g procesada de forma automatizada a partir de la información nutricional disponible en las bases de datos CREA* y FoodData Central**. No se trata de consejos alimentarios y/o nutricionales.
* CREATES Centro de Investigación sobre Alimentación y Nutrición: https://www.crea.gov.it/alimenti-e-nutrizione https://www.alimentinutrizione.it ** Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio de Investigación Agrícola. FoodData Central, 2019. https://fdc.nal.usda.gov
Ingredientes
- 400 g harina 00
- 300 g masa madre (puede no estar recién refrescada)
- 150 g agua (podría necesitarse un poco menos)
- 120 g aceite de semillas
- 10 g sal
- 30 g aceite de oliva virgen extra
- 10 g agua
- c.s. sal (puedes también no ponerla)
Herramientas
Para amasar las galletas saladas, yo utilizo la batidora planetaria con el gancho para masas duras y la recomiendo también a vosotros pero solo por comodidad.
Para extender las galletas saladas muy finas utilizo el rodillo sobre papel de horno y para cortar una rueda con hoja tanto lisa como dentada.
- 1 Batidora planetaria Howork
- 1 Rueda
- 1 Rodillo
- Papel de horno
Preparación
La preparación de la masa requiere pocos minutos y la fermentación no debe asustarte, ya que lo importante es que llegue a duplicarse, pero una vez alcanzado, puedes también dejarla descansar en el frigorífico hasta el momento que puedas hornear.
Colocar en la batidora planetaria o en la superficie de trabajo todos los ingredientes previstos para la masa excepto el agua.
Mezclar para amalgamar, añadir poco a poco el agua teniendo cuidado de que la masa no se vuelva demasiado pegajosa, podría necesitarse un poco menos de lo previsto o algunos gramos más. Debes ajustar hasta obtener una masa bien hidratada y suave pero no pegajosa.
Toma la masa y llévala a una superficie de trabajo ligeramente enharinada, solo tienes que redondearla un poco para colocarla en un recipiente a fermentar.
Aceitar ligeramente el recipiente donde dejarás reposar la masa y cubrir bien con tapa o film transparente, lo importante es que no entre aire.
Deja fermentar tu masa hasta que duplique su tamaño en un lugar cerrado como el horno apagado para evitar cambios de temperatura. Al haber llegado el frío, me llevó unas 8 horas para alcanzar el resultado y se hizo tarde para hornear, así que tomé tranquilamente la masa y la puse a reposar en el frigorífico hasta la mañana que horneé.
Esto para explicaros que las fermentaciones largas no son un obstáculo para tu vida, sino que se adaptan mejor ya que puedes prolongarlas un poco.
Cuando tu masa haya duplicado su tamaño, llévala a una superficie de trabajo ligeramente enharinada y divídela en tres partes.
Extiende cada parte de la masa en una lámina fina, cuanto más fina consigas extenderla mejor será, debería ser alrededor de 2 mm porque al cortarla tenderá a inflarse un poco. Para extenderla puedes ayudarte espolvoreando con harina pero no demasiado para no secar demasiado la masa. Una vez alcanzada una cierta lámina, te recomiendo enrollarla sobre el rodillo y llevarla sobre una hoja de papel de horno. El papel de horno te permitirá seguir afinándola un poco más sin añadir más harina.
En la misma hoja de papel de horno puedes proceder a cortar tus galletas saladas. Personalmente quería darles una forma bastante clásica, así que recorté los bordes para obtener un rectángulo preciso.
Divide el rectángulo primero en tiras largas verticales que luego dividirás horizontalmente para obtener pequeños rectángulos como ves en la foto.
He preparado la emulsión de aceite y agua poniéndolos en un recipiente y mezclando groseramente con un pincel.
Brocha tus galletas saladas con la emulsión, debe ser una brochada homogénea pero ligera.
Espolvorear las galletas con la sal y llevarlas con todo el papel de horno a la bandeja prevista para la cocción.
Hornear en horno ya caliente a 200° durante unos 12 minutos o hasta que estén doradas.
NOTAS
La larga fermentación prevista en la receta te garantizará un resultado único en sabor y en digeribilidad. Normalmente, la galleta salada ya es una galleta bien tolerada incluso por quienes tienen dificultades digestivas debido a su consistencia seca que absorbe el exceso de jugos gástricos, pero unida al uso de masa madre o poca levadura se vuelve realmente bien tolerada por todos.
Se mantienen bien crujientes durante varios días si se guardan en cajas con tapa.
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Preguntas frecuentes
¿Puedo utilizar harina integral?
Por supuesto, puedes utilizar harina integral o harina de tipo 1 y 2 pero debes ajustar la cantidad de agua.
La masa debe quedar suave, hidratada pero no pegajosa.¿Puedo añadir semillas en la superficie?
Después de haber brochado tus galletas saladas con la emulsión de agua y aceite, puedes enriquecerlas con semillas de sésamo, quinoa, girasol, tal vez evitando añadir también la sal.

