Preparación

• Para hacer las albóndigas de patatas y ricotta, sigue este simple consejo.

• Compra una ricotta bien seca o de lo contrario deberás ponerla en un tamiz para que pierda su suero.

• Es preferible hacer esta operación la noche anterior para no perder tiempo esperando.

• O déjala en el tamiz al menos una horita. Mientras tanto, lava las patatas y hiérvelas durante unos 20-30 minutos.

• El tiempo de cocción varía según el tamaño de cada patata, así que ajústate clavándolas con un palillo.

• Una vez cocidas, sácalas de la cacerola y déjalas escurrir en un tamiz, luego aplástalas bien con un tenedor.

• Pon la ricotta en un bol bastante grande, añade parmesano rallado y un puñado de perejil fresco picado.

• Ajusta de sal y pimienta (si te gusta) y trabaja con un tenedor para mezclar los ingredientes.

• Luego agrega un huevo mediano entero y las patatas ya tibias y mezcla bien todos los ingredientes.

• Incorpora también el pan rallado y una punta de ajo (solo si te gusta) cortado en rodajas finas. Mezcla todo.

• La cantidad de pan rallado puede variar según cómo lo absorban la ricotta y las patatas.

• Por eso es muy importante poner la ricotta a secar en un tamiz si no está bien seca.

• Con estas cantidades se necesitan aproximadamente 80 gramos de pan rallado, pero ajústate según la consistencia.

• Debes obtener una mezcla suave pero manejable, que no se quede pegajosa en las manos.

• A este punto, ¡pasamos a formar las albóndigas de patatas! Corta el queso en pequeños cubos.

• Yo he usado el Galbanino pero puedes optar por el que prefieras o tengas en la nevera.

• Toma una porción de la mezcla y aplástala en la palma de una mano.

• En el centro, coloca uno o dos cubos de queso. Encima, pon un poco de mezcla y cierra comenzando por los lados.

• Te recomiendo sellar bien con las manos y formar una albóndiga de la forma y tamaño que prefieras.

• Yo las hice bastante grandes y al final obtuve 10, pero si las haces más pequeñas, podrás hacer más. Después de formarlas, deja reposar las albóndigas en la nevera al menos 30 minutos.

• En un bol, pon pan rallado y harina de maíz, romero, una pizca de sal y mezcla con una cucharita.

• ¡Este será el rebozado para tus albóndigas que se volverán bien doradas!

• Te confieso que en mi despensa nunca falta un paquete de harina de maíz que a menudo utilizo para rebozar pescado, carne o verduras.

• Hace la superficie de los alimentos más crujiente y sabrosa y les da un bonito color dorado.

• Ahora, retoma las albóndigas de patatas del refrigerador y pásalas todas por el rebozado teniendo cuidado de no romperlas.

• ¡Una vez rebozadas solo tendrás que elegir cómo cocinarlas!

• Puedes ponerlas en el horno o freidora de aire (160°-170° modo estático por aproximadamente 15-20 minutos) o en sartén.

• Yo elegí cocinarlas en sartén (debe ser bien amplia). Dore un diente de ajo en dos cucharadas de aceite de oliva.

• Coloca las albóndigas en el fondo de la sartén bien espaciadas y cocina durante unos 10 minutos a fuego bajo.

• Ten cuidado, las albóndigas de patatas son muy delicadas, al girarlas al otro lado presta atención.

• Una vez doradas, ponlas a secar en un papel absorbente y luego finalmente disfruta de estas fantásticas albóndigas!

• Si decides cocinarlas en el horno/freidora de aire no olvides poner un poco de aceite en el fondo de la bandeja y un poco sobre cada albóndiga.

• ¡Aquí abajo también encuentras el video de la receta!

• ¡Déjame saber si pruebas estas albóndigas de ricotta y patatas y regresa pronto a visitarme!

  Artículo protegido por derechos de autor © – Gabriella Geroni © Reproducción Reservada