Preparación

• Primero pon el requesón en un tamiz y déjalo escurrir el suero durante al menos 30 minutos (este paso es muy importante).

• Elige el requesón fresco de mostrador bien seco, no el ya empaquetado, y si es posible, requesón de vaca que tiene un sabor más delicado.

• Mientras tanto, cuece las espinacas. Para mayor comodidad usé las congeladas, tenía en el congelador una bolsa de 600 gr y una vez cocidas y puestas a escurrir pesaban poco más de 400 gr.

• Si quieres, puedes usar también las frescas. Una vez que hayas cocido las espinacas, ponlas también en un colador y déjalas escurrir bien para que pierdan todos los líquidos.

• Este paso también es importantísimo. Si es necesario, estruja las espinacas con las manos hasta que las veas bien secas.

• Una vez que las espinacas y el requesón hayan perdido sus líquidos, ponlos en un bol y añade 2 huevos medianos enteros.

• Ajusta de sal y pimienta, añade un puñado de tomillo, tres o cuatro cucharadas de parmigiano reggiano rallado y mezcla bien con un tenedor para amalgamar.

• Ahora toma un molde desmontable (22 o 24 cm) y coloca en el fondo una hoja de papel para hornear.

• Toma el paquete de pasta filo, ábrelo y desenrolla las hojas con cuidado, de lo contrario se romperán.

• Colócalas sobre una superficie cubierta con un paño (la pasta filo es muy delicada y se seca rápidamente si se deja mucho tiempo al aire).

• Toma ahora una hoja de pasta filo a la vez y reviste completamente el molde tanto en el fondo como en los lados haciéndolas sobresalir de los bordes.

• Unta todas las hojas utilizadas para esta primera capa con aceite de oliva ayudándote con un pincel. Ahora realiza una segunda capa tomando hojas de pasta filo poco a poco.

  

• Colócalas tanto en el fondo como en los lados, siempre prestando atención a hacerlas sobresalir de los bordes. Unta de nuevo con aceite de oliva.

• Realiza la misma operación por tercera vez. De esta manera habrás creado una concha lista para recibir el relleno.

• Vierte entonces todo el relleno dentro y nivela bien haciendo una ligera presión con una cuchara. ¡Ahora viene lo bueno!

• Con el dorso de una cuchara realiza 5 huecos en la masa recién colocada. Estos huecos deberán estar bien distanciados entre sí.

• Rompe dentro de cada hueco un huevo mediano entero. Ajusta de sal y pimienta, añade una buena cantidad de parmigiano reggiano y cubre todo con las hojas de pasta filo.

  

• También para esta última fase debes seguir el mismo procedimiento utilizado para revestir el molde. Una capa de hojas de pasta filo ligeramente untadas con aceite de oliva dejando que sobresalgan de los bordes.

• De nuevo una capa hasta hacer al menos 3 (cuantas más hojas uses, más crujiente y sabrosa será la tarta Pascualina, yo he usado todo el paquete).

• Una vez terminadas las hojas, dobla hacia dentro del molde las que sobresalen de los bordes, con cuidado para que no se rompan. Hornea en horno precalentado en modo estático a 180° durante unos 45-50 minutos o hasta que esté bien dorada.

• Una vez lista, saca del horno y deja templar antes de quitarla del molde. Sirve y disfruta de tu deliciosa Tarta Pascualina de pasta filo más ligera y crujiente.

• También puedes preparar tu tarta Pascualina la noche anterior y luego calentarla en el horno antes de servirla. ¡Hasta la próxima receta!