Las arepas son unos deliciosos panecillos suaves, hechos con harina de maíz blanco, típicos de Venezuela, Colombia y Panamá. Estos pequeños panes sin levadura y sin gluten se caracterizan por la facilidad y rapidez con que se preparan, sin necesidad de usar utensilios de cocina especiales. Las arepas se deben consumir calientes, como pan para acompañar las comidas; o como un plato en sí mismo, relleno según la tradición (frijoles negros, carne roja, aves, queso, aguacate, etc.); o simplemente con lo que más nos guste para un aperitivo diferente del habitual, un tentempié o para un brunch.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 10 Minutos
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 7
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 300 g harina de maíz blanco
- 375 ml agua (a temperatura ambiente)
- 5 g sal fina
Herramientas
- 1 Sartén
Pasos
1) Vertemos la harina de maíz blanco en un bol, añadimos la sal fina y vertimos el agua en tres veces, mezclando siempre con las manos. De esta manera, la harina de maíz blanco podrá absorber el agua gradualmente y mejor. Compactamos los ingredientes hasta formar una bola o un cilindro (como en la foto). La masa está lista cuando ya no se pegue a las manos y el bol quede limpio (lleva menos de dos minutos).
Sellamos el bol con film transparente y dejamos reposar 10 minutos.
Después de 10 minutos, ponemos a calentar una sartén antiadherente o una plancha (ya sea de fondo liso o estriado) en el fogón pequeño a fuego alto.
Mientras tanto, colocamos el cilindro de masa sobre una tabla de cortar, lo cortamos en rodajas y formamos pequeñas esferas.
Aplastamos suavemente cada esfera hasta formar un disco de aproximadamente 8 cm de diámetro con un grosor de aproximadamente 1,5 centímetros (se puede llegar hasta 2 centímetros).
Bajamos el fuego a medio y colocamos nuestras arepas a cocer en la plancha o sartén, durante unos 5 minutos por lado (prefiero una cocción sin grasa, menos agresiva, más lenta, a llama más moderada, que logre cocinar bien también el interior de los panecillos, sin el riesgo de quemarlos rápidamente en la superficie y encontrarlos crudos por dentro).
El interior quedará de todas formas compacto y húmedo, pero es así como deben ser. Las arepas están listas; solo queda que os divirtáis con los rellenos.
Bon appetit
En muchas recetas de arepas (tanto italianas como extranjeras) se hace referencia, en general, a la unidad de medida de la «taza» a la que no estamos muy acostumbrados; o no se especifican los porcentajes usados para agua y harina. Intentaré aclararlo.
a) Para arepas con un sabor a maíz mucho más intenso, delicioso, tentador (tanto en sabor como en aroma recuerdan, de hecho, a las palomitas), el porcentaje de agua a añadir a la harina es del 25% más respecto al peso de la harina, es decir, por cada 100 gramos de harina de maíz blanco añadiremos 125 ml de agua (100 + 25).
b) Para arepas, en cambio, con un sabor menos intenso, más neutro, el porcentaje de agua es del 50% más respecto a la harina; por cada 100 gramos de maíz blanco se necesitan 150 ml de agua. Por ejemplo, en 300 gramos de harina de maíz añadiremos 450 ml de agua (es decir, 300-el peso del agua, igual al peso de la harina + 150-que es el 50% de 300).

