Rico, sabroso, con un olor tentador que inmediatamente abre el apetito; hablo del arroz al horno con guisantes, jamón cocido y una mezcla de grana padano y pecorino romano que le da ese aroma y ese toque extra de sabor que hacen de este plato suculento y perfecto para el almuerzo del domingo. Es una receta que se prepara en poco más de media hora aunque podemos cocinar el arroz, la bechamel y los guisantes con antelación y usarlos cuando sea necesario, para tener más tiempo libre a disposición.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 6
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 250 g arroz para timbales
- 250 g jamón cocido (en una sola loncha)
- 250 g guisantes
- 25 g grana rallado
- 25 g pecorino romano rallado
- c.s. sal gruesa (para la cocción del arroz)
- 500 ml leche (también sin lactosa)
- 25 g mantequilla (también sin lactosa)
- 20 g fécula de maíz (maicena)
- c.s. pimienta molida
- c.s. sal fina
- c.s. nuez moscada
Pasos
Para realizar el arroz al horno con guisantes y jamón, comenzamos con la cocción del arroz.
Ponemos a calentar abundante agua; cuando llegue a ebullición, vertemos el arroz, añadimos 2 gramos de sal gruesa (es mejor no exagerar con la sal en esta fase, dado que a la receta le añadiremos otros ingredientes salados) y dejamos cocinar 5 minutos menos respecto al tiempo de cocción indicado en el paquete (en mi caso, por ejemplo, en el paquete del arroz se recomendaban 14 minutos de cocción mientras que yo escurrí el arroz después de solo 9 minutos de cocción), para evitar que el arroz, que será sometido a una segunda cocción, se vuelva pastoso o blando.
Después de escurrir perfectamente el arroz del agua de cocción, lo vertemos en un bol.
Mientras el arroz se cocina, podemos ocuparnos de los guisantes*, de la loncha de jamón cocido (que cortaremos en cubitos pequeños) y de los dos quesos que vamos a rallar. Añadimos estos ingredientes al arroz cocido y mezclamos para amalgamarlos.
*Para esta receta podéis usar: guisantes enlatados, adecuadamente escurridos y enjuagados de su agua de conservación, guisantes cocidos en sartén y sobrantes de una receta anterior o, simplemente, podéis cocer los guisantes junto con el arroz.
Ahora nos ocupamos de la preparación de la bechamel.
Colocamos un cazo (de fondo grueso) en el fogón más pequeño, añadimos la mantequilla y, a fuego bajo, dejamos que se derrita.
Tan pronto como la mantequilla se haya derretido, añadiremos la fécula de maíz y mezclaremos rápidamente durante 30 segundos con un batidor de acero; finalmente, verteremos la leche de una vez, continuando a mezclar, siempre manteniendo el fuego al mínimo.
Continuamos la cocción, mezclando muy a menudo; aromatizamos la bechamel con una molienda de pimienta negra fresca, una ralladura de nuez moscada y salando al gusto, según vuestras preferencias.
Después de unos diez minutos aproximadamente, la bechamel comenzará a espesarse, volviéndose cada vez menos líquida. Para esta receta, la bechamel debe permanecer suave, no demasiado espesa; por lo tanto, cuando notéis que la cuchara comienza a encontrar cierta resistencia al mezclar, apagad inmediatamente y alejad el cazo del fogón.
Encendemos el horno a 200*.
Vierte la bechamel aún caliente sobre la mezcla de arroz, mezcla rápidamente para que todos los ingredientes se amalgamen entre sí perfectamente.
Engrasa o cubre con papel de horno una bandeja cuadrada de 20×20 (o un poco más grande) y vierte la mezcla. Nivélala sin aplastarla, termina con un espolvoreado de pecorino en la superficie de la mezcla y al horno caliente a media altura durante unos 20 minutos.
Buen provecho
Tanto el arroz como la bechamel y los guisantes pueden prepararse con antelación y usarse cuando sea necesario.