Bollitos suaves con patatas y sémola

Los bollitos suaves con patatas y sémola de trigo duro pueden ser utilizados tanto para preparaciones dulces como saladas. Son muy suaves, buenos y también muy fáciles de hacer. Podemos prepararlos para un buffet, para una cena con amigos, como merienda o para un picnic. La masa de estos bollitos es tan suave y agradable de trabajar que no es indispensable tener una amasadora, pero se puede amasar a mano en un recipiente grande. Además de ser deliciosos, los bollitos con patatas y sémola de trigo duro tienen también otra ventaja, que es la de mantenerse suaves por varios días. Disfrútalos rellenos de verduras, con hamburguesas; o bien untados con nutella, mermelada, etc… Los bollitos con patatas y sémola son ideales para tener siempre una reserva de pan para usar cuando sea necesario.
 

  • Dificultad: Fácil
  • Costo: Económico
  • Tiempo de preparación: 15 Minutos
  • Porciones: 8
  • Métodos de Cocción: Horno
  • Cocina: Italiana
  • Estacionalidad: Todas las temporadas

Ingredientes

  • 50 g sémola de trigo duro
  • 50 g harina 0
  • 3 g levadura fresca
  • 75 ml agua
  • masa madre duplicada
  • 7 g sal fina
  • 100 g sémola de trigo duro
  • 250 g harina 0
  • 150 ml agua
  • 130 g patatas cocidas

Preparación

  • Cocemos las patatas (por lo general basta una), las pelamos, las pasamos y dejamos que se enfríen.

    Mientras tanto, preparamos la masa madre disolviendo en un bol la levadura con una cucharada de agua, tomada de los 75 ml previstos. Añadimos la mezcla de harinas ya tamizadas, el agua restante y amasamos para obtener una masa suave.

    La dejamos fermentar hasta que duplique su tamaño, cubierta con un paño de cocina o film transparente de cocina.

    Cuando la masa madre haya duplicado su volumen, la uniremos a la masa de los bollitos propiamente dicha.

    Preparamos la masa

    En un recipiente o en una amasadora, ponemos la masa madre, el puré de patatas frío, la mezcla de harinas tamizadas, la sal y el agua (podría necesitarse un poco más o menos, dependiendo de la temperatura y la humedad ambiental; por eso debe añadirse poco a poco).

    Amasamos todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea, suave, luego la cubrimos perfectamente y la dejamos fermentar hasta que duplique su tamaño.

    Formamos los bollitos

    1) Cuando la masa esté bien hinchada, la dividimos en 8 piezas de unos 100 gramos cada una.

    2) Aplastamos ligeramente cada pieza y la enrollamos de arriba hacia abajo (es decir, hacia nosotros); obtendremos un pequeño cilindro.

    Si queremos bollitos alargados, los dejamos en forma cilíndrica, alargando ligeramente y con delicadeza los extremos.

    Si, por el contrario, queremos bollitos redondeados haremos un paso adicional: enrollamos el cilindro sobre sí mismo hasta formar una pequeña esfera, sellando con los dedos los pliegues del cierre.

    Decoramos eventualmente la superficie de los bollitos con pequeños cortes al gusto, los colocamos en una bandeja (separándolos al menos dos dedos) forrada con papel de horno y los dejamos fermentar hasta que dupliquen su tamaño en el horno apagado y bien cerrado.

    Cuando los bollitos estén bien fermentados, encendemos el horno y configuramos la temperatura a 170*.

    Horneamos los bollitos, a media altura, en el horno caliente durante unos 20-25 minutos como máximo.

    Los tiempos de cocción pueden variar de un horno a otro, especialmente si el calor proviene simultáneamente de arriba y de abajo.

    Una vez cocidos, los sacamos y dejamos que se enfríen a temperatura ambiente. Luego los ponemos en bolsas de alimentos para preservar aún más su frescura. Pueden congelarse tan pronto como se enfríen.

    Buen provecho

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mielefarinaefantasia

Recetas fáciles para el día a día y ocasiones especiales, para todos los días y para todos los gustos, incluso sin gluten.

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