Hoy hablamos de un acompañamiento de temporada entre mis favoritos, es decir, las cimas de nabo en ensalada, que, dependiendo del territorio, reciben varios nombres, pero básicamente se trata del mismo vegetal. Es una receta extremadamente fácil, ligera, completamente vegetariana, que se puede servir caliente o fría y que también puede convertirse en el relleno de un sabroso bocadillo. A propósito de este último, en mi zona, en Nápoles, en realidad el «bocadillo» al que me refería es uno de los dos extremos del pan, preferiblemente «pane cafone», que en dialecto llamamos «cuzzetiello» y al que se le quita la miga para rellenarlo (sin tirarla, por supuesto, porque luego servirá como «tapón», para cerrar el llamado bocadillo relleno de cimas de nabo).
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno
Ingredientes
- 1 kg cimas de nabo
- c.s. agua
- 1 diente ajo
- c.s. aceite de oliva virgen extra
- c.s. sal fina
- c.s. zumo de limón
- c.s. guindilla
Herramientas
- 1 Olla alta
- 1 Escurridor
Pasos
Lavamos las cimas de nabo bajo agua corriente, eliminamos posibles partes estropeadas o de desecho no comestibles. Los tallos demasiado gruesos y espesos pueden ser cortados con el cuchillo.
Las escurrimos toscamente y las transferimos a una olla alta con tapa.
Añadimos un vaso de agua, cubrimos y, a fuego lento, dejamos que las cimas de nabo se cocinen.
Para verificar si están perfectamente cocidas, presionamos con los dedos (sin quemarnos) los tallos de las cimas de nabo (especialmente los más gruesos que tardan más en cocinarse) que deben estar blandos; si, por el contrario, al tacto aún están fibrosos y resistentes, cocinamos las cimas de nabo un poco más, hasta alcanzar la consistencia adecuada.
Cuando estén cocidas, las escurrimos perfectamente y las transferimos a un bol.
Ahora podemos decidir si comerlas calientes o dejarlas enfriar completamente.
Si las comemos calientes, las cimas de nabo se deben condimentar con ajo, sal fina, aceite de oliva virgen extra y eventual guindilla, si gusta.
Si las servimos frías, al aderezo anterior podemos añadir también zumo de limón.
¡Buen provecho!
