Copas de tiramisú con crema de café y nata fresca

¿Te gusta el tiramisú? A mí me encanta y lo preparo a menudo tanto en la versión clásica como de diferentes maneras, especialmente en verano porque es un postre fresco. Hoy he decidido darle también una presentación diferente. Así nacieron estas deliciosas copas individuales, con crema de café, bizcochos de soletilla y nata fresca, que se pueden preparar con antelación y conservar en la nevera. Son ideales para terminar con estilo una comida o cena o para disfrutar en lugar del tradicional café de la tarde, en total relax. La crema de café no contiene huevos, es fácil y rápida de hacer y aumentando un poco la cantidad de almidón o harina (el 10% del peso total de la leche) obtendremos una crema más espesa y compacta, muy útil también para decorar o rellenar tartas, profiteroles, muffins, etc… .

  • Dificultad: Muy fácil
  • Costo: Económico
  • Tiempo de reposo: 1 Hora
  • Tiempo de preparación: 30 Minutos
  • Porciones: 8
  • Métodos de Cocción: Fogón
  • Cocina: Italiana
  • Estacionalidad: Primavera, Verano y Otoño

Ingredientes

  • 250 ml nata fresca para montar (también sin lactosa)
  • 1 paquete Bizcochos de soletilla (también sin gluten)
  • c.s. cacao amargo en polvo
  • 500 ml leche (también sin lactosa)
  • 50 g harina 00*
  • 100 g Azúcar granulada
  • 1 pizca sal fina
  • 1 taza de café Café expreso

Herramientas

  • 8 Copas Individuales

Pasos


Empezamos preparando la crema de café Preparamos el café según nuestras costumbres. Luego, en un cazo, mezclamos el azúcar, la harina 00 tamizada, la pizca de sal y añadimos la leche ya caliente.

A diferencia de la harina de trigo, si usamos almidones o fécula de patata recordemos que debemos disolverlos perfectamente con leche fría o a temperatura ambiente, pero nunca caliente; luego podremos cocinar la crema como se describe en el paso siguiente. Si no lo hacemos, la crema no se espesará, quedando lamentablemente líquida.

Mezclamos rápidamente con una varilla para evitar grumos, ponemos al fuego a llama baja y removemos continuamente hasta que la crema comience a espesarse. Apagamos enseguida, añadimos el café, mezclamos y dejamos enfriar la crema.

Para dar un sabor de café aún más intenso podemos añadir 5 gramos de café soluble incluso descafeinado.

Cubrimos la crema de café con una capa de azúcar o con una hoja de papel de horno, que evitarán esa molesta condensación que podría arruinar la crema (generalmente se recomienda poner también una película transparente en contacto con la crema pero, tratándose de alimentos hirviendo, yo nunca lo hago).

Cuando la crema esté bien fría, montamos la nata fría de la nevera bien firme y componemos nuestras copas.

Para cada copa, yo me he regulado así: vertí la crema de café en el fondo de la copa, espolvoreé con un poco de cacao amargo, añadí dos bizcochos de soletilla rotos en trozos grandes, añadí la nata montada y terminé con más cacao amargo. La humedad de la crema y la nata contribuirán a ablandar los bizcochos.

Continuamos hasta finalizar los ingredientes. Sumerge la cucharilla y disfruta junto la nata, la crema y los bizcochos… Es una verdadera delicia.

La idea extra. *Para una crema de café sin gluten o simplemente más sedosa al paladar, podéis hacer una mezcla de harina de arroz y almidón de maíz en iguales proporciones, y en este caso recomiendo usar 30 gramos de harina de arroz y 30 gramos de almidón de maíz en lugar de 25 gramos de cada uno.

Bon appetit

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mielefarinaefantasia

Recetas fáciles para el día a día y ocasiones especiales, para todos los días y para todos los gustos, incluso sin gluten.

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