Crema de ricotta con nueces y tomates secos

Una verdadera delicia, un placer de sabor estimulante, versátil y listo para usar; estoy hablando de la crema de ricotta con nueces y tomates secos, perfecta como dip, para condimentar o acompañar carne, pescado y fritos; o para rellenar, para canapés, bruschettas o para decorar preparaciones saladas. Prueba; es tan buena que arriesgas terminarla toda antes de utilizarla. Esta exquisita preparación no contiene gluten ni huevos y podemos utilizar ricotta sin lactosa.

  • Dificultad: Muy fácil
  • Costo: Económico
  • Tiempo de preparación: 20 Minutos
  • Porciones: 300 gramos
  • Métodos de Cocción: Hervido
  • Cocina: Italiana
  • Estacionalidad: Todas las estaciones

Ingredientes

  • 200 g ricotta de vaca (también sin lactosa)
  • 60 g nueces peladas
  • 40 g tomates secos
  • 2 cucharaditas aceite de oliva virgen extra
  • c.s. orégano o cebollino

Herramientas

  • 1 Batidora de inmersión

Pasos

Para ablandar los tomates secos, ponlos en un cazo con 2 dedos de agua y lleva a ebullición. Esta operación no es necesaria si se trata de tomates en aceite.

Deja hervir y ablandar los tomates secos durante 5 minutos, luego, apaga y resérvalos.

Si necesitas la crema para decorar o rellenar (sándwiches, canapés, profiteroles, tartas saladas, etc.), es necesario que la ricotta sea compacta, firme, no demasiado blanda, porque podríamos acabar con una crema demasiado líquida, perfecta solo para mojar o para condimentar pasta y arroz.

Mientras los tomates se ablandan, pela las nueces y colócalas en el vaso de una batidora de inmersión. Añade los tomates secos escurridos, la ricotta (escurrida de suero si lo hubiera) y el aceite.

Bate hasta obtener una crema suave y lisa. Si la deseas aún más suave, añade otra cucharadita de aceite o de leche.

Podemos completar la crema de ricotta con nueces y tomates secos especiándola con una pizca de orégano o cebollino.

No es necesario añadir sal, especialmente si la crema de ricotta se va a utilizar para condimentar o acompañar platos ya salados o muy salados.

La crema se puede preparar también con un día de antelación y conservar bien cerrada en el frigorífico, en la parte más fría, por no más de dos días.

La idea extra. Para hacer la crema aún más sabrosa y estimulante, agrega granillo de nuez y trocitos de tomate seco al final de la preparación; de esta manera se creará un agradable contraste de texturas.

Si la crema no ha alcanzado la densidad que deseas, no te preocupes. Se puede remediar añadiendo la miga desmenuzada de una rebanada de pan y batiendo de nuevo todo. Gracias a la miga de pan, la crema adquirirá enseguida una consistencia firme y compacta.

Bon appétit

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mielefarinaefantasia

Recetas fáciles para el día a día y ocasiones especiales, para todos los días y para todos los gustos, incluso sin gluten.

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