Cuando hace calor, los platos fríos son un verdadero alivio y la ensalada de patatas entra precisamente en esta categoría. Hoy os propongo una ensalada de patatas un poco diferente de lo habitual con bacalao y espárragos. Es un plato único sin gluten, sin lactosa, sustancioso pero ligero al mismo tiempo, muy fácil y sabroso, para disfrutar tanto en el almuerzo como en la cena, perfecto para los días de verano.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Costoso
- Tiempo de preparación: 1 Hora
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera
Ingredientes
- 500 g Espárragos
- 500 g Bacalao
- 1 Limón
- 6 Patatas rojas medianas
- c.s. Aceite de oliva virgen extra
- c.s. Sal fina
- c.s. Zumo de limón o Vinagre
- c.s. Corteza de limón
- 3 Zanahorias
- c.s. Perejil
Preparación
1) Hervimos las patatas con la piel en abundante agua hirviendo. Cuando estén cocidas, las escurrimos, las pelamos y las cortamos en trozos grandes.
2) Ponemos a hervir otra agua. Cuando llegue a ebullición añadimos los espárragos, ya lavados y sin las partes desechables. Los dejamos escaldar durante 2/3 minutos como máximo.
3) Sin apagar los fogones, escurrimos los espárragos e inmediatamente añadimos el bacalao cortado en trozos grandes. Aromatizamos el agua con la corteza de un limón, y después de un minuto apagamos, cubrimos y dejamos cocinar el bacalao con el fuego apagado en el agua hirviendo, durante al menos 10/15 minutos; el tiempo puede variar ligeramente según el grosor de los trozos. Además, de esta manera el bacalao no se deshará, sino que permanecerá intacto y la carne se «deshojará» perfectamente.
4) Después de unos 10/15 minutos, comprobamos que los trozos estén cocidos también por dentro, luego los escurrimos y dejamos enfriar completamente.
5) Cuando el pescado esté frío, lo ponemos en una sopera. Añadimos los espárragos cortados en trozos, las zanahorias, las patatas y aderezamos con sal, aceite, perejil fresco picado al momento y zumo de limón al gusto. Mezclamos todos los ingredientes y servimos; o podemos poner la ensalada en el frigorífico y dejar que se impregne de sabor durante algunas horas antes de disfrutarla.