Mi verdolaga comestible para ensalada, la que uso para hacer una deliciosa tortilla o esta fresca ensalada, nace espontáneamente en mis macetas cada año a partir de la primavera. No sé cómo llegó allí; quizás gracias al viento, a algún pajarito o abeja. Las semillas en sobre se pueden comprar en tiendas especializadas, en Amazon; o bien, si algún vecino o conocido tiene una planta, bastará un tallo entero con hojas. La verdolaga es rica en pequeñas semillas negras (como se ve en la foto debajo) que solo hay que esparcir sobre la tierra y luego cubrir con muy poca tierra, regar delicadamente todo el año y verás que también tendrás tu verdolaga en maceta o en tierra.

Pasemos a nuestra fresca ensalada de temporada: lavemos todas las verduras que usaremos y eliminemos todas aquellas partes que no son comestibles (como los tallos y las semillas blancas de los pimientos verdes fritos) o estropeadas.

Después de lavar los tomatitos (he añadido también unos datterini amarillos, de sabor más dulce que, a mi parecer, quedan muy bien en esta ensalada), cortémoslos en 4 o más partes, según el tamaño, y colócalos en el bol donde armaremos la ensalada.

Añadamos también todas las demás verduras, cortadas en dados, picadas o en rodajas finas, según el tipo de verdura, el tiempo disponible o los gustos personales y aliñémoslas solo al momento de servir la ensalada (o en cualquier caso no mucho antes porque la sal y el aceite tienden a «cocer» las verduras).

Tanto la verdolaga como la rúcula combinan bien con la acidez del limón o del vinagre; personalmente prefiero el vinagre balsámico.

Si utilizas el jugo de limón, ralla muy finamente también una parte de la cáscara y añádela a la ensalada de verano de rúcula y verdolaga.

Si te gustan los datterini amarillos y los pimientos napolitanos, échale un vistazo a estas recetas simples pero sabrosas:

Farfalle ricotta di bufala e datterini gialli

Spaghetti ai datterini gialli

Fusilli con peperoni fritos

Pimientos fritos al pomodoro alla napoletana

Buen provecho